
Una mujer irlandesa, mamá de tres hijos, perdió la vida por usar su teléfono celular mientras tomaba una ducha en su bañera y su móvil estaba conectado a la electricidad.
La muerte de Ann-Marie O'Gorman, de 46 años, se produjo en la localidad irlandesa de Santry, en la ciudad de Dublín, cuando la mujer recibió una llamada telefónica de su esposo.
Ann-Marie y su esposo tenían como rutina llamarse mientras ella tomaba su ducha, pero en esta trágica ocasión la llamada llegó cuando el teléfono estaba todavía conectado a la electricidad. Sin darse cuenta, este hecho provocó que la mujer acabara electrocutada y muriera.
Su esposo la encontró inconsciente tras volver a casa.
Joe O'Gorman, el esposo de la fallecida, compartió que en la noche en que su pareja perdió la vida él se encontraba fuera porque había llevado a su hija menor a una discoteca. Tras dejar a la joven, llamó a su pareja y tuvieron una llamada de 23 segundos, sin imaginar que sería la última.
Al volver a su hogar, el hombre encontró a Ann-Marie inconsciente cerca de la bañera junto a su celular y el cargador. El esposo reveló que en cuanto vio la escena trató de reanimar a su mujer, pero en su intento él también recibió una descarga eléctrica menor. Ante esta terrible situación, optó por llamar al número de emergencias, que cuando llegaron al lugar solo pudieron certificar su muerte.
La mujer murió por electrocución.
El deceso de Ann-Marie se produjo, de acuerdo al resultado de la autopsia, por una electrocución. El cuerpo de la mujer presentaba quemaduras en la zona del pecho, en el brazo izquierdo y en los dedos de la mano derecha, según informaron las autoridades.
La misma autopsia descartó que la mujer sufriese un episodio de salud o condición médica en los instantes previos a la electrocución que terminó por arrebatarle la vida.
Su muerte se produjo porque su teléfono cayó en la bañera.
El forense Paul Collins amplió la información de las autoridades y explicó lo que su teléfono cayó dentro de la bañera y ella intentó sacarlo para ponerlo en un lugar seguro.
Esa acción, combinada con un contacto accidental con un accesorio metálico, permitió el paso de la corriente eléctrica, lo que desencadenó que cuerpo recibiera una descarga letal. "Si no hubiera sacado la mano de la bañera, probablemente seguiría viva", detalló el experto.
Su esposo quiere crear conciencia entre la población.
Si bien ya nadie le va a devolver a su esposa, el viudo solicitó a las autoridades crear conciencia entre la población sobre los peligros que existen por cargar dispositivos electrónicos cerca del agua.
"Lo único que se oye es que estos teléfonos funcionan de maravilla en el agua y hasta dos metros de profundidad. Esto da a la gente la idea de que se puede tener el teléfono cerca del agua. Deberían advertir de que esto es peligroso", explicó el viudo en una entrevista que otorgó al diario británico DailyMail.