Los Juegos Olímpicos de París 2024 nos siguen regalando postales que quedarán para la posteridad, tal y como sucedió con la reacción que tuvieron los clavadistas chinos cuando sintieron que México les había arrebatado la medalla de oro en la prueba varonil de clavados sincronizados y qué decir de la polémica causada por la boxeadora argelina Imane Khelif, cuya identidad de género fue puesta en duda. También han dado de qué hablar por las hazañas deportivas, como la que consiguió el velocista estadounidense Noah Lyles, quien por milésimas de segundo superó al jamaiquino Kishane Thompson en la Final de 100 metros, pero ninguna se compara con la lograda por la brasileña Rebeca Andrade, quien contra todo pronóstico superó a la multicampeona Simone Biles en la prueba de piso.
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La hazaña de la nacida en Sao Paulo hace 25 años se magnifica cuando se conoce de fondo su historia de vida, pues su niñez y su adolescencia no fueron para nada sencillas, pero ella no impidió que nada, ni nadie, frenaran sus sueños y así lo ha demostrado en cada competencia a las que se ha presentado. Ahora finalmente pudo cumplir su sueño de ganar una medalla de oro olímpica y qué mejor que hacerlo superando a una de las mejores gimnastas de toda la historia, la mismísima Simone Biles.
Lo hecho por Rebeca Andrade, quien es ya todo un orgullo para Brasil y para América Latina, seguramente será incluido dentro de los triunfos más importantes en la historia del olimpismo moderno, pues no cualquiera cuenta en su palmares con una victoria ante Simone Biles, quien hasta antes de este descalabro llevaba tres medallas de oro en la presente justa veraniega, que se suman a las cuatro que ganó en Río 2016, las que fueron, y seguramente serán, sus mejores Olimpiadas. Te contamos todo lo que sabemos sobre la brasileña Rebeca Andrade, la gimnasta que le arrebató el oro a Biles.
Superó contra todo pronóstico a la mejor gimnasta del mundo.
La noche del jueves 5 de agosto se vivió algo inimaginable en los Juegos Olímpicos de París 2024, luego de que la gimnasta brasileña Rebeca Andrade subiera a lo más alto del podio tras superar en la gran Final de la prueba de piso a la estadounidense Simone Biles, considerada como una de las mejores gimnastas de la historia y que con esta derrota vio truncado su sueño de irse de la capital francesa con cuatro medallas de oro a casa.
El triunfo de Rebeca fue sumamente sufrido, pues llegó gracias a una penalización que recibió Biles, luego que pisara fuera del tapiz en dos ocasiones, lo que no pasó desapercibido por los jueces a pesar de su jerarquía y su trayectoria. Tras sus deslices, Biles tuvo que conformarse con la medalla de plata gracias a la calificación de 14.133 que le otorgaron, mientras que la campeona se anotó un 14.166.
Lloró tras conseguir la hazaña.
Si bien es cierto llegó a los Juegos Olímpicos de París 2024 como la única amenaza real para Simone Biles, la gimnasta brasileña no pudo ocultar su emoción con el logro obtenido, pues significa cerrar con broche de oro su participación en los que podrían ser sus últimos Juegos Olímpicos.
"Lloré porque terminé toda la competencia. El llanto se debió más a eso. Estoy entera, disfruté, viví París, y terminé con broche de oro", declaró en una de sus primeras impresiones tras superar a Biles, quien aceptó su derrota y le rindió reverencia en el podio.
Se va de tierras parisinas con cuatro medallas y un récord.
Aunque la medalla ganada en piso fue la que se robó las miradas, esa no fue la única presea que Rebeca Andrade ganó en París 2024, pues también se llevó dos platas y un bronce. Gracias a esos cuatro metales, la atleta sudamericana se convirtió en la máxima medallista de su país en unos Juegos Olímpicos. ¿Quieres conocer más de ella? Te contamos todo lo que sabemos.
Nació hace 25 años en un hogar humilde.
Rebeca Rodrigues de Andrade, también conocida como Rebe, nació el 8 de mayo de 1999 en Guarulhos, Sao Paulo, en Brasil. Es hija de Rosa, una madre soltera que sin la ayuda de nadie sacó adelante a sus 8 hijos e hizo hasta lo imposible por cumplir los sueños de sus retoños.
Su mamá limpiaba casas para pagarle sus clases de gimnasia.
A pesar de las grandes carencias por las que pasó en su infancia, su mamá, Doña Rosa, nunca dejó de apoyarla en sus sueños de convertirse en una reconocida gimnasta y los resultados no tardarían en llegar, pues pasó de vivir en las favelas a estar en boca de todos por su habilidad con los aparatos de gimnasia.
Desde muy pequeña abandonó Sao Paulo.
¡Su primer contacto con la gimnasia fue a los cuatro años gracias a que una de sus tías trabajaba en un gimnasio de Sao Paulo. A los 9 años se mudó a Curitiba y a los 10 ya radicaba en Río de Janeiro, ciudad donde se acabaría sumando al Flamengo y comenzaría a detonar su talento.
A los 13 años hizo su debut profesional en los Junior PanAmerican Championships, donde su destacada actuación le otorgó cualquier cantidad de medallas de oro, así como de plata y de bronce.
Su debut en la categoría senior fue en el 2015 en Eslovenia.
Tras competir a lo largo de tres años en categorías junior, para el 2015 Rebeca dio el salto a las competiciones senior con su inclusión en el Mundial de Ljubljana, donde se acabaría yendo con una medalla de bronce.
De ahí le siguieron varias competencias que le permitieron colocarse como una de las mejoras gimnastas de su país, a tal grado que fue incluida en el equipo que buscó luchar por el oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, pero su sueño se vio frustrado tras una dolorosa caída que sufrió en la prueba de piso, la misma que en París la llevó a lo más alto del podio.
Ganó su primer oro olímpico en Tokio 2020.
A pesar de que de Río se fue con un trago amargo y con muchísimo aprendizaje, Rebeca volvió por la puerta grande a los Juegos Olímpicos de Tokio, de los que se llevó una medalla de oro y una de plata, convirtiéndose así en una de las máximas apuestas de la gimnasta brasileña con miras a París 2024 y vaya que no defraudó.
Se va de París con cuatro medallas.
Aunque ya había dejado entrever que los de París podrían ser sus últimos Juegos Olímpicos, el desempeño que tuvo en tierras parisinas la podría llevar a replantearse esta posibilidad, pues nade imaginó, empezando por ella, que terminaría la justa con un oro, dos platas y un bronce, y con una reverencia por parte de Simone Biles, quien con su acto durante la premiación pareció haberle cedido la estafeta como la más grande de la gimnasia en la época moderna.
