Después de su muerte el pasado 12 de diciembre, la familia de Vicente Fernández despidió al artista en un funeral público y posteriormente decidieron cumplir su última voluntad, al enterrar sus restos en su rancho, conocido como Los Tres Potrillos, ubicado a las afueras de la ciudad de Guadalajara, Jalisco, México.
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Para los Fernández era un padre, esposo y abuelo, pero es evidente que entienden que para el pueblo también era el eterno rey de las rancheras, por lo que después de darle el último adiós en un sepelio privado, decidieron abrir las puertas para que el público y la prensa pudiera visitar la tumba del ídolo de la música mexicana.
El Charro de Huentitán ya descansa en su última morada.
El Rancho de Los Tres Potrillos es enorme; incluye caballerizas y hasta la Arena VFG, donde se realizó el emotivo velorio a puertas abiertas. Ahí también está la casa donde crecieron los hijos de Vicente Fernández. Fue en un jardín frente al inmueble donde la familia decidió que reposaran los restos del artista.
Después del emotivo velorio público, el féretro fue escoltado por la familia.
El cortejo fúnebre salió de la Arena VFG en medio de una ola de fanáticos que despedían a su ídolo entre aplausos y porras. Miembros de la familia escoltaron el féretro del cantante mientras el público gritaba mensajes de apoyo y condolencias para los Fernández… "Estamos con ustedes", decían algunas señoras mientras veían pasar a Alejandro Fernández.
Una fila de charros dio el último adiós al legendario artista.
Entre la multitud que despidió a Vicente Fernández en su último recorrido por el Rancho de Los Tres Potrillos, resaltó una fila de charros que levantaron sus sombreros a manera de respeto, mientras el féretro del cantante avanzaba rumbo a su última morada. La admiración se notaba en los gritos de la gente, quienes vitoreaban porras en honor a su ídolo.
La imagen que enterneció a todos fue Alejandro Fernández cargando a su nieta.
Mientras la familia Fernández escoltaba el féretro, la imagen que enterneció a todos fue la de Alejandro Fernández, quien caminó mientras cargaba a su nieta Cayetana, la hija de su hija Camila. La bebé tuvo la fortuna de conocer a su bisabuelo, pues desde que nació en marzo de 2021 llenó de amor el hogar de los Fernández.
La tumba fue decorada con una estatua que representa al artista.
No es la primera estatua en honor a Vicente, pero sí una de las más pequeñas. Se decidió que la figura decorara la tumba del artista, y representa no solo la imagen de charro con la que todos los recordaremos, sino también su pasión por los caballos. Cabe recordar que en su Rancho tenía una enorme colección de estos animales, aunque resaltaba su criadero de caballos miniatura, que no miden más de 86 centímetros.
El lugar se llenó de flores, pero sobre todo respeto hacia el legendario artista.
Una carpa cubrió el lugar donde fue sepultado; en sillas negras acomodaron a la familia y una cascada de flores inundó el lugar donde reposan ya los restos de don Vicente. La tumba quedó enfrente de la casa donde crecieron los hijos del cantante y podrá ser visitada por el público.
Al sepelio asistieron algunos amigos famosos de la familia.
El actor René Strickler, la cantante Ana Bárbara, la periodista Mara Patricia Castañeda y la cantante Aida Cuevas fueron algunas de las celebridades que fueron invitadas por la familia Fernández para darle el último adiós al cantante en la tumba del rancho de Los Tres Potrillos. Aida, la máxima exponente de la música ranchera, reflexionó en su instagram al compartir una foto mientras montaba guardia junto al féretro. "Morir no aplica para gente como usted. Siempre estará en los corazones de tantas generaciones que lo llevaremos por siempre en nuestros. Hasta el cielo un abrazo y un beso Don #VicenteFernandez".
Alejandro ya no quiso hablar, pero Gerardo reconoció la importancia de su mamá.
Al salir del sepelio, Gerardo Fernández habló con la prensa para advertir que la familia seguirá unida y reconocer a su madre, doña Cuquita Abarca: "No estamos desgastados porque mi papá nos enseñó a ser fuertes y, digo, sí fueron cuatro meses en que, la realidad, solo nosotros sabíamos cómo estaba mi papá. Fue una pesadilla para toda la familia, pero el que más ganas le echó todo el tiempo fue mi papá. Realmente mi mamá es la base de toda nuestra familia; cuando mi papá no estaba ella hacía de papá y mamá de la casa. Y aquí estamos, seguiremos unidos".
El rancho siempre ha estado abierto y ahora el público podrá visitar la tumba.
Era tradición que el público pudiera entrar al Rancho de Los Tres Potrillos, donde Vicente Fernández recibía a sus admiradores, se tomaba fotos con ellos y hasta les cantaba. Ahora que reposa en el lugar, su hijo Gerardo confirmó que el público podrá visitar a su ídolo: "Esta es la casa de toda la gente que quiera seguir viniendo a conocer. Por eso el hecho de que mi papá aquí quedara, para que el que quiera venir a visitar a mi papá, aquí es la casa de toda la gente".
