Mujer vendió a su hija de 6 añitos a un curandero y todavía no la han encontrado

Una mujer sudafricana llamada Racquel Smith, también conocida como “Kelly”, enfrenta una condena de cadena perpetua, luego de que fuera encontrada culpable por la venta de su hija de tan solo 6 años.

La mujer, quien actuó en complicidad de dos hombres, le vendió la menor, quien responde al nombre de Joshlin Smith, a un curandero por el color de sus ojos y de su piel, por lo que es señalada por tráfico humano.

A pesar de que la mujer y sus dos cómplices ya recibieron la pena máxima, hasta el momento se desconoce el paradero de la menor, quien está desaparecida desde febrero del 2024, por lo que no se sabe si sigue con vida.

Vendió a su hija para que le arrancaran la piel y los ojos.

Racquel Smith, una mujer con problemas de adicciones, así como su novio Jacquen Appollis y su amigo Steveno van Rhyn, se pusieron de acuerdo para llevarle su hija a un curandero a las afueras de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, con el propósito de que le arrancara los ojos y la piel e hiciera con ellos una medicina.

Sus ojos verdes y el color de piel de la menor eran muy peculiares, por lo que llamaban muchísimo la atención, lo que llevó a su madre y a sus cómplices a ofrecerla en venta, de acuerdo a lo que reportó el New York Post.

Vendieron a Joshlin por poco más de $1,000 dólares.

Durante la audiencia Racquel reconoció que vendió a su hija por 20,000 rands, algo así como $1,100 dólares, a un curandero que mostró interés en ella.

Se cree que la mujer y sus dos cómplices estaban urgidos de dinero para saciar sus problemas de adicciones, por lo que se hizo fácil desprenderse de la menor. Hasta el día de hoy, el paradero de la pequeña se desconoce desde febrero del 2024: “Se cree que el trío vendió a la niña al curandero para financiar sus adicciones a las drogas”, señaló el tribunal.

A pesar de la cruel decisión que tomó en torno a su pequeña hija, la mujer en ningún momento se ha disculpado o mostrado arrepentida de sus acciones. Durante la audiencia, el juez decidió otorgarle la cadena perpetua, al considerar que una acción de esas características merecía la pena máxima.

“También ordeno que se inscriban sus nombres en el registro de protección infantil. No encuentro nada que los justifique y que merezca una pena menor que la más severa que pueda imponer”, dijo el juez Nathan Erasmus ante los acusados y la algarabía de los asistentes a la audiencia, la cual se llevó a cabo en un estadio local con el propósito de que la población pudiera dar su testimonio sobre este caso.

Las autoridades y la población no han dejado de buscar a la pequeña.

Desde que salió a la luz este crimen, la cruel desaparición de Joshlin ha causado gran indignación en Sudáfrica. Por esto, el caso se volvió muy mediático y las autoridades han hecho hasta lo imposible por obtener cualquier información que les fuera de utilidad para dar con el paradero de la menor.

En la actualidad la búsqueda de la menor ya se trasladó más allá de las fronteras sudafricanas. Mientras que en un inicio un ministro del Gobierno ofreció una recompensa de 1 millón de rands ($54,000 dólares) para que Joshlin volviera sana y salva a casa, su iniciativa no obtuvo respuesta.