Seis miembros de una familia hispana fueron asesinados en la localidad de Goshen, una comunidad agrícola ubicada entre Los Ángeles y San Francisco, en California. Entre las víctimas están una madre, de 16 años, y su bebé, de tan solo 10 meses. Según las autoridades locales, la vivienda, donde ocurrió la tragedia, estaba siendo investigada por supuesto tráfico de drogas, sin embargo, la Policía ya está en la búsqueda de dos posibles sospechosos de los atroces y horribles sucesos.
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La familia compuesta por cuatro generaciones murió en una ejecución catalogada como “similar a la de un cártel de la droga”. Aunque el alguacil del condado de Tulare, Mike Boudreaux, no proporcionó los nombres de los sospechosos, sí dijo que preferían mantener el silencio, ya que, de no hacerlo, pondría en sobre aviso a los presuntos asesinos. Al momento existen pocos detalles sobre el asesinato en Goshen, una comunidad de unos 3,000 habitantes en el Valle de San Joaquín. Sin duda, una tragedia más en Estados Unidos, como la que se vivió en Uvalde, Texas, donde fallecieron 21 personas inocentes.
La familia asesinada era hispana; entre ellos había un bebé de 10 meses.
Luego de la desafortunada noticia, la oficina del alguacil del Condado de Tulare, Mike Boudreaux, identificó plenamente a las víctimas. Eladio Parraz, de 52 años; Marcos Parraz, de 19 años; Rosa Parraz, de 72 años; Elyssa Parraz, de 16 años y su bebé Nycholas Parraz, de tan solo 10 meses. Por si fuera poco, una amiga de la familia murió en el lugar, Jennifer Analla, de 50 años.
El propio alguacil, dentro del informe sobre el asesinato de las víctimas, reveló: “Nada de esto fue por accidente. Fue deliberado, intencional y horrible”, dijo.
El modus operandi fue como el de un cártel de narcotráfico.
Según el informe, las víctimas fueron asesinadas a tiros, la mayoría de ellos en la cabeza. Una ejecución que asemeja mucho el estilo de los cárteles del narcotráfico. Sin embargo, las autoridades no descartan otras hipótesis. “No digo que esto sea un cártel, pero también hay que ser claro, no estoy eliminando esa posibilidad”, relató el alguacil. “Estas personas, claramente, recibieron disparos en la cabeza y también recibieron disparos en lugares donde el pistolero sabría que ocurriría una muerte rápida”, agregó.
En la región de Tulare operarían los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG). “Los cárteles están aquí por varias razones: Vender droga es lucrativo, hay mucho dinero por obtener, están enfocados en el dinero. Lo otro es que tenemos una frontera muy insegura”, comentó Boudreaux.
Elyssa Parraz intentó huir con su pequeño bebé.
El asesinato de la familia Parraz ocurrió la madrugada del lunes 16 de enero. Aproximadamente, a las cuatro de la mañana, las autoridades recibieron un reporte por un tiroteo activo en el número 6800 de Harvest Avenue, entre Road 68 y Kame Drive. Mike Boudreaux relata que algunas víctimas fueron asesinadas en el exterior de la propiedad y otras en el interior.
El informe destaca que en una zanja cercana a la propiedad, la joven Elyssa Parraz fue hallada con su pequeño hijo en brazos, ambos sin vida. “Esta joven corría por su vida y sé, con certeza, que no había razón para matarla, pero lo hicieron. No había ninguna razón para ejecutar a este bebé, pero lo hicieron”, comentó Boudreaux.
Tres personas sobrevivieron a la masacre que se suscitó en Goshen.
En conferencia de prensa, las autoridades del condado de Tulare informaron que intentaron salvar a algunas de las víctimas que aún respiraban cuando llegaron a la propiedad; sin embargo, todas fallecieron. Tres personas que también se encontraban en la propiedad, al momento del tiroteo, lograron escapar de la masacre y una de ellas fue la que llamó a la Policía.
Dos mujeres sobrevivieron escondiéndose en un remolque, mientras que un hombre se escondió dentro de la casa y bloqueó una puerta con sus pies. “Estaba en un estado de miedo tan grande, que todo lo que podía hacer era sostener la puerta con la esperanza de no ser la próxima víctima”, afirmó el alguacil Mike Boudreaux.
Una semana antes, la Policía había incautado droga dentro del domicilio del atentado.
Y, aunque el alguacil comentó que la masacre podría estar relacionada a un asunto de drogas, enfatizó que no todas las personas en la casa eran pandilleros o traficantes de drogas. De hecho, tras las primeras horas de investigación, se informó que una semana antes, en la casa en donde fueron los asesinatos, se había recibido una verificación de cumplimiento de libertad condicional. Los detectives acudieron a la propiedad e incautaron marihuana, metanfetamina y armas.
Por último, el alguacil Mike Boudreaux aseguró que también hay una recompensa de US$10,000 por información que ayude a dar con el paradero de los dos hombres sospechosos de los horribles asesinatos.
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