Carmen Verbel era una jovencita que desde siempre soñó con ser modelo o reina de belleza pero fueron muchas las voces que desde siempre le dijeron "tú no sirves para eso". Se dedicaba al atletismo y vivía con su tía, quien le sugirió la idea de que vendieran pescado juntas para ayudar a la economía familiar, algo a lo que ella accedió gustosa, sin pensar que justamente vendiendo pescado se le abriría la puerta hacia sus sueños.
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El diseñador colombiano Darío Valencia la descubrió mientras vendía pescado en la calle y quedó fascinado con ella. Le dio su tarjeta para proponerle empleo pero Carmen nunca lo llamó aunque la vida luego se encargó de que sus caminos se volvieran a cruzar. ¿Por qué no contactó al famoso diseñador? ¿Cuáles fueron los obstáculos que tuvo que vencer? ¿Cuál es su anhelo más grande?
Carmen Verdel es colombiana y nació en 2002.
La joven es ya mundialmente famosa y su historia la han reportado muchos medios, pues es una historia de superación, mucha fe y perseverancia. Carmen no nació en una cuna de oro ni la tuvo fácil a la hora de buscar lo que quería pero siguió a su intuición.
Desde chiquitita quería ser reina de belleza.
"Desde chiquitita yo me colocaba frente al televisor a ver a todas las reinas y yo le decía a mi mamá: 'Ay mami yo quiero ser como ellas Ay mami mira eso y ahí mi mamá iba tomándome fotos'", comentó en una entrevista muy emocionada la joven que desde chica sabía lo que quería.
Le decían "tú no sirves para eso".
Le preguntaba a sus amigos si creían que ella podía llegar a ser modelo y ellos le contestaban: "Ay pero tú no sirves para eso" y la intentaban desanimar. Por suerte Carmen no escuchó esas voces que querían alejarla del más preciado de sus sueños.
Antes de ser modelo era atleta y ayudaba a su tía a vender pescado.

Una amiga le mencionó la posibilidad de ser atleta y ella se fue a vivir a casa de su tía para poder dedicarse al deporte. "Yo hacía salto largo, salto triple y jabalina", comentó Carmen, quien apoyó la idea de su tía de que salieran a vender pescado juntas "para ayudarnos más".
La vida le cambió un día vendiendo pescado.

Un día la vida la puso delante de Dario Valencia, un diseñador colombiano quien la descubrió y le ofreció trabajo. "Cuando veo a la niña vendiendo pescado, la clase puedes venir de donde sea, pero la persona cuando tiene clase eso se le nota… Me parecía como mentira… Me le acerqué con la idea de comprarle algo", expresó el diseñador y le dio su tarjeta para que le llamara, pero Carmen no lo contactó.
Carmen confesó que no se sentía preparada para modelar.
La joven logró entrar a la academia de Arte Pasión y Cultura en Colombia, en donde aprendió a modelar. Sus profesores aseguran que Carmen ha realizado un trabajo increíble para aprender, proyectarse mejor y hablar ante cámaras.
Con ayuda de sus instructores fue puliendo su imagen.
Jheiton Rangel, el director de la academia en donde estudió la ayudó a empoderarse. "Vamos a aceptar tu raíz, que tu eres afro, muestra quién eres, empodérate", expresó el instructor en una entrevista en la que también destacó que Carmen tiene siempre muy buena disposición y se deja guiar.
La modelo confiesa que al principio no creía en ella.
"Al principio yo no creía en mi potencial", comentó en una entrevista en la que también reveló que en la academia en donde estudiaba le dieron las herramientas para prepararse a la vez que le ayudaron a que tuviera una mayor confianza en su talento.
Tenía que vender pescado y estudiar a la vez.
"Me levantaba a las 5:00 de la mañana", explicó la modelo que para ese tiempo preparaba el pescado y salía a venderlo hasta las 10:00 de la mañana y desde esa hora hasta las 6:00 de la tarde se dedicaba a estudiar, pues deseaba estar lista para un día desfilar en una pasarela.
La vida la volvió a poner en el camino del diseñador que se había fijado en ella.
Se presentó a un casting en donde estaba justamente Darío Valencia quien en cuanto la vio se le acercó. "Me dijo: 'Tú eres la que vendía pescado'… y ahí fue que comenzó todo", expresó Carmen sonriendo al recordar sus inicios en el mundo del modelaje.
Carmen no se siente avergonzada de sus orígenes humildes.
"Yo vendía pescados, los vendía con amor y quiero dejar algo claro, si yo volviera a nacer de nuevo y Dios me diera la oportunidad de vender pescado, lo haría con mucho amor", expresó Carmen en una entrevista con Un Nuevo Día.
El diseñador que la descubrió se ha convertido en su promotor.
"Ya hay amigos míos que la han visto. A raíz de la historia que yo escribí en mi Instagram y en mis redes sociales mucha gente se ha interesado en Carmen y ya se la quieren llevar para otro país… y han querido hacer de Carmen una modelo, porque aquí apenas se están iniciando… La idea mía es que ella sea grande", expresó en entrevista Darío Valencia.
Aprendió a amarse y sentirse feliz en su propia piel.
"Hoy y como todos los días sigo agradecida por la oportunidad de estar viva.
Gracias Dios por todo lo que haz permitido vivir. Hoy tengo la dicha de despertar y hallar mensajes, detalles y personas tan valiosas en mi vida. Hoy una nueva etapa inicia en mi vida. #18 feliz cumple para MI. ME AMO. Soy Carmen Verbel", expresó en su cuenta de Instagram al cumplir la mayoría de edad.
Carmen tiene un consejo para todas las jóvenes.
"Mi reto más grande fue creer en mí, creer en mi potencial… Nada es imposible", expresó Carmen en una entrevista. "Les digo a esas niñas que nunca se rindan. A veces la última llave es la que abra la puerta. Levántense hacia sus sueños y recuerden antes de ser artista hay que ser persona", agregó la joven.
El gran sueño de Carmen es desfilar en la Gran Manzana.
"Mi sueño es estar en Nueva York. Ese ha sido siempre mi sueño. Estar en Nueva York, en las pasarelas, vestida de moda", comentó la joven modelo al hablar de todos los sueños que le quedan por cumplir y seguramente lo logrará porque tiene talento, determinación y muy buena estrella.