8 Razones para siempre estar agradecidos aun en momentos de caos

Hay un pensamiento muy lindo que dice: Vigila tu mente, mientras más te quejas, más te debilitas y cuanto más agradeces, más te fortaleces. Seguramente en estos días te has preguntado: ¿Cómo puedo encontrar paz en esta situación tan caótica?  Y podría apostar que, entre el insomnio, los cambios radicales que has tenido que enfrentar y los retos de reacomodar tu vida, tu mente está dando vueltas como una brújula que ha perdido todo sentido y dirección.

Sin embargo, si colocas los reflectores más allá del caos, usas tu poder de atención selectiva y te das un minuto para mirar aquello que te rodea en casa, es muy probable que encuentres muchos motivos de gratitud. Lo más bello de todo esto es que, al cambiar tu percepción, cambiarás tu emoción y tu mundo interior comenzará a acomodarse. Martin Seligman, psicólogo y escritor estadounidense que es el principal representante de la psicología positiva, dice algo muy interesante que te quiero compartir. Él dice que, dentro de las fortalezas de trascendencia, la gratitud otorga significado a la vida y promueve una gran conexión con el universo. Es por ello que te pido que te concentres todos los días en estos motivos de gratitud que te comparto.

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Es importantísimo encontrar motivos para agradecer cada día. De lo contrario correrías el riesgo de convertirte en una mujer llena de apatía o peor aún, caer en la queja continua por todo aquello que no tienes, en lugar de enfocarte en lo que sí tienes. Independientemente a la realidad que estamos viviendo, tú eliges hacia dónde direccionar tu mente y tu atención. Tú eliges el sentido que le quieres dar al caos. Tú eliges la tranquilidad o la intranquilidad.

Para que puedas concentrarte en todo aquello que quieras agradecer, debes hacer una pausa y liberarte del estrés innecesario, fluir con todos los cambios a los que te estás enfrentando y confiar pensando que todo pasa y que esto también pasará. El aprecio por la vida y por los regalos de los que estás rodeada requieren una actitud de contemplación de tu parte. Regálate estos momentos de reflexión, pon una pausa a tu mente agitada, cierra tus ojos y agradece los motivos que aquí te comparto.

Tener agua para bañarme, una cama para dormir y un lugar en el que estoy segura con mi familia.

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Suena obvio, muy simple e incluso básico. Sin embargo, la rutina nos hace actuar de forma automática. Ni siquiera pensamos en detenernos un momento a valorar todas las cosas que simplifican nuestro día. En agradecer que tenemos cubiertas las necesidades básicas que nos permiten vivir con tranquilidad y que nos dan la oportunidad de sentirnos seguros y protegidos.

Mamá Dice es el pódcast de consejitos de maternidad de MamásLatinas. Escúchanos de lunes a viernes en tu plataforma de podcasts favorita. Son cortos y se adaptan al estilo de vida de cualquier mamá.

El crecimiento personal logrado y las cosas nuevas que estoy incorporando a mi vida.

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Es interesante ver como los seres humanos tendemos a enfocarnos más en las sensaciones incómodas que nos traen los cambios, que en el aprendizaje obtenido a través de ellos. Si cada noche, escribes en un pequeño diario lo que aprendiste en el día como: Aprendí a ser más tolerante con mis hijos o aprendí a hacer acuerdos con mi pareja, etc. Descubrirás los regalos del caos.

Las lecciones que me trajo un mal día y qué puedo aprender de cada experiencia.

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Esto es algo que puedes agradecer, aunque haya resultado de una mala experiencia. De un mal día, siempre puedes sacar una lección. Es decir, sabes cuáles son los caminos que ya no debes tomar para resolver o lograr algo. Conoces cuáles son las actitudes que te perjudican o las acciones que no te nutren en nada. Eso también es aprender porque reconoces que no debes repetirlo.

Agradezco mi salud, la voluntad y la disciplina que tengo para cuidarla y dar buen ejemplo a mis hijos.

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El caos te da la oportunidad de reordenar tus malos hábitos de salud. Es un momento de darle dinamismo a tu vida haciendo ejercicio con tus hijos, de preparar recetas saludables con la familia y sobre todo, saber que cada cosa que preparan o cada vez que se ejercitan, es porque tienen amor a la vida. Este es el mejor ejemplo que pueden ver tus hijos a través de ti.

Los nuevos hábitos que recibo de esta experiencia y las viejas costumbres que se van.

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Es un momento de reestructurar tu día, tu rutina, tus actividades y tu tolerancia. Los cambios pueden agotarte y es una forma de aprender nuevas estrategias para enfrentar el estrés. Opciones que no habías probado antes y que despiertan tu creatividad para inventar cosas nuevas que les permitan cumplir con todos los roles dentro del mismo espacio.

La oportunidad de compartir malos y buenos momentos con mi familia, las risas y las lágrimas.

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Es una forma de comprobar que están juntos en las buenas y el las malas y que no por ello dejan de apoyarse o de amarse. Quizá el encierro a veces saque la peor parte de todos, pero también saca la mejor parte de todos. Agradece la sensación de unión familiar y de no sentirte sola en medio de este torbellino.

Las amistades que se preocupan por mi bienestar y por el bienestar de mis seres queridos.

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Es un momento de solidaridad y de conciencia social que acrecientan la fraternidad. Es muy lindo sentir en tu corazón el encuentro genuino con tus amistades a través de la distancia. Te sientes acompañada en el camino y seguramente también ellos sienten lo mismo cuando tú estás ahí. Es un momento de reconexión.

Que, a pesar del caos, tengo un hogar y este hogar es mi refugio ante la adversidad.

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Ahora que estamos en un periodo de distanciamiento social es importante que percibas tu hogar como tu refugio, no como un calabozo en el que sientes que te ahogas. Sé que el encierro a veces puede producir sensaciones de aburrimiento y desesperación e incluso de ansiedad. Sin embargo, es el lugar en donde más segura estás. Siéntelo como tu espacio de paz.