La posibilidad de quedarse sin dinero en tiempos de crisis es una de las cosas que nos mantienen a muchas despiertas en la noche. Mucho más en estos momentos tan inciertos en los que es imposible imaginar lo que viene. Sin embargo, hay formas de prevenir un eventual colapso del presupuesto familiar, incluso si disminuyen drásticamente los ingresos. Aquí te damos ideas concretas de cómo manejar tus finanzas personales y familiares en una situación como la que vivimos ahora.
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Todos los expertos afirman que lo primero que hay que hacer es tener un panorama completo de la situación financiera de la familia. Esto incluye obligaciones fijas, futuras y deudas. Saber esto te ayudará a conocer qué decisiones concretas y efectivas se pueden tomar y qué tan difícil están las cosas. La realidad es más fácil de manejar que las preocupaciones.
También es importante recordar que en esta situación hay muchos organismos oficiales y organizaciones que están ayudando a las personas más afectadas a manejar el temporal financiero. Lo importante es mantener la calma, informarse bien y recordar, en todo momento, que la salud es el verdadero tesoro que debemos cuidar por encima de todo.
Haz una lista de los gastos familiares.
La primera cosa que hay que saber para manejar el presupuesto es cuánto dinero se gasta en la casa. El panorama quedará claro y tendrás una idea realista de cuánto necesitas para seguir cubriendo los gastos familiares. Es un ejercicio que nos sirve a todas, en todo momento.
Averigua cómo está tu crédito.
Lamentablemente las empresas que realizan estos informes no han dado señales de que pararán de hacerlo en el contexto de la crisis. Sin embargo, es importante que sepas cuál es tu número y si hay algo que te está perjudicando injustamente.
Determina a cuánto ascienden tus deudas.
Esto debe incluir las tarjetas de crédito, la hipoteca y cualquier préstamo, sea oficial o familiar. Este ejercicio te ayudará a saber si hay algo que puedes hacer de inmediato para mejorar tu situación y cuánta capacidad de crédito tienes en caso de que lo necesites.
Llama a tus proveedores de servicios públicos.
Según se ha informado, la mayoría están dispuestos a ayudar a sus clientes en esta situación, en especial si has perdido tu trabajo o has sufrido una reducción de ingresos. Es importante que menciones lo que está pasando para negociar con ellos y pedirles apoyo.
Llama a las tarjetas de crédito.
Si explicas que has perdido tus ingresos por la crisis actual es posible que te ayuden a manejar tus finanzas sin que pierdas puntos en tu crédito o sufrir penalidades con los intereses. Si no hablas inglés, dale autorización a alguien que sepa para que lo haga por ti.
Habla con tu casero.
Algunos están permitiendo a sus inquilinos financiar el pago del alquiler, o hasta lo perdonan. Otros, que no pueden sobrevivir sin los alquileres, quizá no se puedan dar el lujo de hacerlo, mientras las grandes corporaciones no son tan solidarias. Sin embargo, es importante que des la cara, expliques si no puedes pagar y digas claramente que esta situación ha afectado a tu familia.
Investiga las medidas en tu estado, ciudad y pueblo sobre los desalojos por no pagar la renta.
Aunque no se ha dado una orden a nivel nacional que los prohíba, cada alcaldía o estado ha tomado diferentes medidas para proteger a las personas que sufren una reducción de ingresos en el marco de la situación que se vive actualmente.
Organízate con los vecinos para comprar al por mayor.
También puedes hacerlo con tu familia. Eso sí, respetando las normas establecidas por las autoridades. Si una sola persona va a los almacenes de venta al por mayor y distribuye los alimentos dejándolos en las puertas, se disminuye el riesgo de enfermarse. Además, gastarán menos dinero.
Examina tu seguro para autos.
En estos tiempos en los que estamos manejando mucho menos dinero, es posible que bajen el costo de la póliza, porque el riesgo de que pase algo es muchísimo menor. Es importante que hagas un esfuerzo por encontrar a una persona en el teléfono.
Busca las aplicaciones que organizan los cupones.
Hay varias y nos ahorran muchísimo dinero. Algunas organizan por producto, otras por tienda y otras por la cantidad de descuento. Los cupones son dados por los propios comercios para incrementar las compras. Eso sí, si puedes compra en los negocios locales, ellos son los que más sufren.
Reduce los gastos que puedas.
Reúnete con tu familia para determinar las necesidades y los deseos. Entre todos encontrarán formas significativas de ahorrar. Será además una forma de lograr que todos ayuden a reducir el dinero que sale de casa sin protestar demasiado.
Elimina los gastos fijos superfluos.
Hoy en día hay aplicaciones por internet que te dejan ver televisión sin tener que pagar cable, por ejemplo. La línea de teléfono de la casa quizá nadie la usa. Estos son unos ejemplos del dinero que estás gastando quizá sin darte cuenta. Igual pasa con algunas suscripciones.
Usa las tarjetas de crédito que te den más puntos.
A veces gastando se ahorra, como en el caso de las tarjetas que luego te permiten comprar artículos con los puntos que vas acumulando. Es una manera de extender el dinero sin hacer mayor esfuerzo. Hay que ser inteligente con las finanzas.
Revisa tu cuenta bancaria para eliminar gastos escondidos.
Hay veces que nos descuentan dinero por cargos que ni nos habíamos percatado. Algunos son gastos que hemos olvidado, otros están duplicados y hasta errores que nos van a tener que devolver. Hoy en día las deducciones automáticas nos ahorran tiempo, pero también pueden crear problemas.
Averigua si tienes el mejor plan para el servicio de celular.
Si pasas la mayor parte del tiempo en el hogar es probable que no necesites la misma cantidad de data. También es posible que suspendas las líneas de los más pequeños de la casa, pues estarán usando el WIFI. En todas partes se pueden hacer recortes.
Haz los impuestos lo más pronto posible.
Los cheques que ha ofrecido el gobierno llegarán más rápido a las personas que han dado un número de cuenta bancaria para el depósito directo del reembolso de los impuestos. También es posible que el gobierno te deba dinero que en estos momentos te ayudará muchísimo. Si no es tu caso no te preocupes, pues si cualificas para recibir el reembolso recibirás también un cheque.
Si puedes pide el seguro de desempleo.
Aunque trabajes por tu cuenta, hoy en día han cambiado las leyes para ayudar a los freelancers. Sin embargo, si estás en un proceso de inmigración, habla primero con tu abogado para ver si es algo que te conviene para tu caso.
Los dueños de pequeñas empresas también pueden recibir ayuda.
Si pagabas tus impuestos con un número de tu empresa, es posible obtener apoyo financiero. Cada alcaldía y estado ha desarrollado programas, al igual que el gobierno federal. Se puede comenzar buscando información en la Small Business Administration.
Pide ayuda a un especialista.
Hay asesores financieros que están dando consejos gratuitamente para ayudar a las personas afectadas por la situación actual. Los expertos te podrán decir claramente qué hacer y hasta pueden negociar por ti con los acreedores.
Cuídate de tramposos.
En estos tiempos de crisis los depredadores creen que es su momento de aprovecharse de los más vulnerables. No te dejes engañar. Si algo te parece demasiado bueno para ser verdad, pues seguro que lo es. También revisa las direcciones de los emails que te llegan y no le des tu información a nadie qu te llame por teléfono.
