¡Claro que una traición es algo terrible! Tantas expectativas puestas en una relación que se hacen añicos en segundos, pueden llenarte de decepción e ira. Cuando veo algunas figuras públicas que han pasado por estos tragos amargos y cuyos casos cubrimos aquí en MamásLatinas, y la forma en cómo muchas se estancan en el dolor, comprendo su desilusión. Sin embargo, esto no puede durar toda una vida y el ejemplo está en quienes sí lo han sabido manejar muy bien. Por ello, sería terrible que te amargues y arruines todo lo maravilloso que aún te queda por vivir. Todo es cuestión de que te decidas a soltar y un día entenderás que la vida no te negó nada, sino que te salvó de lo que no necesitabas.
Más en MamásLatinas: 13 famosas que han sufrido terriblemente por la infidelidad de sus parejas
Es terrible cuando somos esclavos de los recuerdos, porque esto no nos permite encontrar paz interior. No puedes seguir cultivando ese odio, pues cuando decidiste dejarlo y convertirlo en "ex" lo hiciste para estar tranquila. Y si sigues estancada en la indignación, es evidente que no lo estás logrando. Es por ello que aquí te doy un termómetro de situaciones para que midas si en realidad lo estás superando o te estás dejando atrapar por lo pasado, lo cual no te permite recibir los regalos que la vida podría tener para ti. ¡Pon atención y ponte las pilas!
A pesar del tiempo sientes la necesidad de vengarte de él y de lo que te hizo.
Quieres la revancha y que a pesar de que decidiste dejarlo, lo sigues teniendo en tu vida a través de tus pensamientos. Abarca mucha de tu atención y buscas desquitarte a como dé lugar. Puede ser a través de tus hijos (buscando que también lo odien) o hablando mal de él con los amigos en común.
No lo quieres perdonar porque sería la forma definitiva de sacarlo de tu vida.
Suena terrible, pero a veces el inconsciente nos hace malas jugadas. Es posible que a pesar de que sientas odiarlo, en el fondo no quieras soltarlo y lo único que te vincula a él es el enojo tan grande que sientes. Es una forma de llevarlo contigo.
Al saber que disfruta con su nueva pareja, te llenas de enojo y de una terrible sensación de injusticia.
No te dejes llevar por el espejismo de que la vida es injusta. Piénsalo así: ¿Para qué querrías estar con una persona que decidió no estar contigo? ¿Te gustaría una relación forzada? Quizá lo que ahora consideres el peor de los momentos, podría resultar en la mejor de tus libertades.
Ha pasado mucho tiempo desde que se convirtió en tu ex y tu enojo está creciendo en lugar de disminuir.
Si bien es cierto que superarlo toma tiempo, también es cierto que, si no tienes la intención de soltarlo y continuar con tu vida, el rencor crecerá. Toma la decisión de soltar los miedos que te impiden encontrar tu propio camino. Busca ayuda de un terapeuta y facilítate las cosas.
No toleras que tus hijos sientan amor por él e incluso buscas que se alíen contigo y tu dolor.
Frases como: “Tu papá nos abandonó. Tu papá prefirió a alguien más que a nosotros”, forman parte de una cadena de mensajes que los incluyen desde el “nosotros” cuando es un hecho que solo tiene que ver con su papá y contigo. No los enganches a tu dolor, eso no les ayuda.
Tu sufrimiento por la traición se ha convertido en un tema central en tu vida.
En el fondo sabes que tu mente no está conectada al presente. Hacerlo, requiere mucha fuerza de voluntad. No le quites energía a tus proyectos, al contrario, concéntrate cada vez más en ellos. Así no habrá espacio para los recuerdos dolorosos.
Insistes en la idea de que “Te robaron a tu pareja” cuando fue una decisión en la que él participó.
Si siembras odio hacia la tercera en discordia, le quitas a él toda la responsabilidad sobre sus decisiones. ¿Para que quieres a tu lado a alguien que nunca estuvo seguro de permanecer contigo?
Le deseas lo peor y te alegras al saber de los momentos en los que le va mal.
El mismo enojo contenido te ciega y ante cada situación que obstaculiza su camino, en el fondo tú te alegras porque sientes que es lo justo. Cambia este enfoque, hazlo por el bien de tu salud emocional. Quien se fue de tu vida perdió lo que quería perder y tu ganaste muchas cosas.