Hillary Clinton: Su inspiradora vida y carrera en fotos

Durante sus casi 50 años de servicio público, Hillary Clinton ha logrado labrarse una carrera política en Estados Unidos digna de un largometraje de Hollywood. Nació en Chicago hace ya más de siete décadas y desde muy temprana edad se dedicó a lo que verdaderamente le apasionaba, forzar el cambio social y político en un país al cual ha servido de casi todas las maneras posibles. A lo largo de su carrera, Hillary ha sido primera dama de Arkansas, primera dama de Estados Unidos, senadora por el estado de Nueva York y secretaria de estado en la administración de Barak Obama. Sin duda, es una escorpio de armas tomar.

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Hillary fue además la primera mujer nominada por un principal partido como candidata a unas elecciones presidenciales en Estados Unidos. Fue en 2016, cuando Clinton luchó por llegar a la Casa Blanca contra Donald Trump tras haber derrotado en las primarias del partido demócrata a Bernie Sanders por la nominación. Hillary no ganaría las elecciones, pero sí ganó el voto popular y los corazons de millones de ciudadanos que vieron en ella una esperanza de libertad e igualdad para el país.

Aunque quizás su mayor triunfo en todo este tiempo haya sido el ser capaz de conjuntar su vida en el escenario político con su rol de mamá. Hillary y Bill Clinton tuvieron a su hija Chelsea Clinton, que ha sido el verdadero motor de su existencia, y la persona por la que tanto han luchado y sacrificado. Es admirable que Hillary haya sido capaz de manejar tantos frentes a nivel profesional sin perder de vista su tarea más importante, la de criar a su hijita.

Su carrera es un ejemplo de constancia y superación, de luchar contra el orden establecido e intentar crear una sociedad mejor. Disfruta con algunos de los mejores momentos y los más inspiradores de la vida de Hillary Rodham Clinton.

Hillary Rodham Cinton nació en Chicago, Illinois.

Lo hizo en el seno de una familia de clase media. Su padre tenía un negocio textil y ella creció practicando softball y natación. Además, formó parte de las Girls Scouts.

Estudió en Wellesley College y se sacó el título de derecho en Yale.

Empezó su carrera en 1965, con un título en ciencias políticas, para luego graduarse como abogada de la prestigiosa Universidad de Yale. Fue durante sus años cursando derecho que conoció a Bill Clinton.

Fue parte del comité que empezó el juicio político contra Richard Nixon.

Su carrera política empezó en lo más alto, pues formó parte de la comisión creada en el congreso para lidiar con el escándalo de Watergate, que acabó con la renuncia a su cargo del presidente Richard Nixon.

Su amor por Bill Clinton la llevó hasta el estado natal del expresidente.

Hillary decidió seguir su corazón y mudarse a Arkansas con Bill Clinton, que daba clases en la universidad estatal a la vez que se postulaba como congresista. Era 1974 y Hillary Rodham se convirtió en una de las únicas dos mujeres con puestos catedráticos en la facultad de derecho de la Universidad de Arkansas.

En 1975 se casó con el futuro presidente de Estados Unidos.

La ceremonia nupcial se llevó a cabo al año de mudarse a Arkansas. Bill Clinton ha asegurado que tuvo que pedirle matrimonio varias veces porque ella le rechazó. Durante la campaña presidencial de 2016 Bill dijo que Hillary "sigue siendo la mayor agente de cambio que he conocido jamás".

Su hija Chelsea se convirtió en su razón de ser.

Por sobre todos los problemas personales y profesionales que ha tenido en su vida, Hillary siempre ha estado feliz y orgullosa de haber criado a su pequeña Chelsea. La hija del matrimonio Clinton es ahora también mamá de tres hijos, dos niños y una niña.

De 1993 a 2001 fue la primera dama del país.

Fue la responsable de cambiar la imagen cohibida de las primeras damas, pues su rol fue mucho más activo que el de sus predecesoras. Más allá de ayudar en causas benéficas e iniciativas de poco calado, Hillary tomó un rol muy activo en la iniciativa para la reforma del sistema de salud del país y en la creación de la Oficina Contra la Violencia de Género.

Vivió momentos complicados en la historia de Estados Unidos.

Mientras era inquilina de la Casa Blanca ocurrió una de las masacres más grandes jamás vividas en suelo estadounidense. Los ataques terroristas de Oklahoma City, en 1995, produjeron 168 muertos y dejaron a un país enteró temblando de miedo. Fue uno de los momentos más complicados de su carrera y su vida.

Un matrimonio marcado por los problemas y las suspicacias.

A pesar de llevar casi 45 años casados, hay quien asegura que al menos en los últimos 20 o 25 años su relación no ha sido más que una forma de aparentar una normalidad necesaria en la vida política de cualquier político.

En 1998, cuando todavía era presidente de Estados Unidos, Bill Clinton confesó haber mantenido una relación impropia con una becaria, Mónica Lewinsky, pero a pesar de las presiones que recibió el matrimonio, Hillary se mantuvo al lado de su esposa y así sigue –al menos de cara al público– hasta hoy.

Tras años a la sombra de la carrera política de su marido, Hillary se lanzó al ruedo.

En 2001 fue electa al Congreso de Estados Unidos como senadora por el estado de Nueva York. De esta manera, relanzó su carrea política tras haber acompañado a su marido durante su periodo de gobernador de Arkansas y como presidente del país.

Fue entonces cuando su figura como mujer liberal, poderosa e independiente empezó a brillar.

Fuera de la coraza que suponía ser la primera dama, Hillary empezó a mostrar su músculo político. Se proyectó como una defensora de los derechos de las mujeres, las minorias y abogó por el derecho a una sanidad de calidad que no discriminara por estatus social o económico. De repente, conocimos una parte de su personalidad que habíamos visto con cuentagotas, pero que llevaba cerca de 20 años aparcada para apoyar la carrera de su marido.

Una trabajadora incansable que siempre conectó con la gente.

Quizás lo que más atrajo al público fue que Hillary parecía una persona normal. Era una madre devota, una esposa sufrida y una brillante abogada, pero a la vez era capaz de comportarse como cualquiera de nosotros lo haría.

Barack Obama la nominó al cargo de secretaria de estado en su primer cuatrienio.

Fue un paso importantísimo en su carrera y que le ponía en posición de salida para una futura candidatura a la presidencia del país. Durante sus años como secretaria de estado promovió y ayudó a pasar leyes históricas, como el Fair Pay Act de 2009, que convertía en ilegal la discriminación de género en los sueldos de los trabajadores.

Fue también una parte importantísima del Affordable Care Act, conocido como Obamacare.

Fue una de las promesas de campaña de Barak Obama y uno de los momentos definitivos de su presidencia. Hillary Clinton jugó un papel clave en la redacción y la negociación necesaria para que pudiera pasar esta ley en 2010.

Es parte de una de las imágenes más icónicas de la historia de Estados Unidos.

Hillary, como secretaria de estado, también estaba presente en mayo de 2011 en la sala de conferencias desde donde el presidente Obama, el general Marshall Webb y el secretario de defensa Robert Gates ordenaban la ofensiva final que acabaría con la captura y eliminación de Osama Bin Laden.

Ha escrito ocho libros, de diferentes temáticas y géneros.

Hillary ha escrito ocho libros, entre ellos algunos para niños. También publicó su biografía y compartió las claves del liderazgo femenino en otro texto. La campaña electoral de 2016 que casi la llevó hasta la Casa Blanca, esta vez como presidenta, fue el tema principal de su más reciente obra literaria.

En 2015 se lanzó como candidata a la presidencia por el Partido Demócrata.

Fue la primera mujer en conseguirlo y en luchar por llegar a la Casa Blanca como máxima mandataria y jefa de las Fuerzas Armadas. Su experiencia sin duda ayudó a derribar muchas barreras que existían acerca de las posibilidades de ver a una mujer como presidenta de Estados Unidos. Su icónico traje formal acabó por ser todo un símbolo de los que eran partidarios de Hillary Clinton durante la campaña presidencial de 2016.

Hillary derrotó a Bernie Sanders en la primaria demócrata.

Tras su nominación se supo que el Partido Demócrata le había favorecido durante la primaria por considerarla la mejor posicionada por luchar la campaña contra Donald Trump.

Al final, la brecha que se abrió en esa primaria con los partidarios de Sanders fue lo que acabó costando la elección a Clinton, que no supo –o no pudo– aunar a toda la base de su partido para que le apoyara en las elecciones nacionales.

La realidad dice que de todos los que votaron en 2016, Hillary fue la candidata que más apoyo tuvo. Sin embargo, perdió la elección en estados clave que acabaron por darle la presidencia a Donald Trump.

De cualquier manera, durante la campaña podimos conocer más a fondo a una Hillary Clinton comprometida con el futuro de su país, luchando por la igualdad de género y social, y una mujer que nunca dejó de pelear por su sueño. Todo un ejemplo.

Su esfuerzo ha abierto muchas puertas a mujeres en la política del país.

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Hillary Clinton/nstagram

Su tenacidad, su talento, su frialdad cuando ha sido necesario, y su inteligencia la han convertido en una de las figuras políticas de Estados Unidos. Pero ha sido su lucha por reconocer los derechos de las mujeres y por reclamar la igualdad de sexos en todos los rubros de la sociedad su logro con más impacto a largo plazo.