Los auxiliares de vuelo pueden ser todo sonrisas mientras están cara al público, pero después de pasar días y noches lidiando con pasajeros que muchas veces son de lo peor, tienen mucho que contar. Estas profesionales batallan con muchas cosas, que incluyen el mantenernos seguros durante nuestro vuelo, además de hidratados y saciados de comida, a pesar de que nosotros muchas veces no nos portamos de la mejor manera con ellas.
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Aquí repasamos las 20 cosas que a los auxiliares de vuelo les encantaría decirnos a la cara cuando estamos a más de 35,000 pies de altura y nos creemos el centro del universo. Moraleja de la historia: no, el mundo no gira a nuestro alrededor.
Galería traducida por Alfonso Duro para MamásLatinas.
¡Qué nos cuesta ser cortés con ellos!
Cuando los auxiliares de vuelo te saludan con su mejor sonrisa nada más llegar a la aeronave, es de mala educación ignorarlas. Un simple "buenos días" o "gracias" es muy fácil de decir, pero muchas veces los pasajeros ni siquiera hacen ese pequeño esfuerzo. Los auxiliares de vuelo son personas con sentimientos, ignorarlas, o peor aun, ser maleducados con ellos, es una forma sencilla de ganártelos de enemigos. ¿Quién sabe? Si eres maleducado con ellos, podría resultar en que ellos se "olviden" de ofrecerte una bebida. Pero claro, ellos nunca harían eso… ¿verdad?
Te están viendo, aunque no te des cuenta.
Oye, pasajero con tu teléfono, tablet o computadora, la azafata te está viendo. Si eres de esos que piensan que está bien ver, por ejemplo, pornografía, durant eel vuelo, debes saber que ellas te pueden ver y que te están juzgando –al igual que el resto de los pasajeros — ¡me quedé en shock cuando me dijeron que hay pasajeros que hacen esto! Aunque no hay ninguna ley específica que te prohíba ver pornografía en un avión, las aerolíneas pueden tener reglas a su discreción para lidiar con este tipo de incidencia.
No ocupes todo el espacio para las maletas.
El espacio para las maletas es limitado, y como como tal, querido viajero, debe ser compartido. Asegúrate de que tus maletas esté colocadas como van, con las rueditas hacia atrás, para que quepa el mayor número posible de equipaje de otros pasajeros y que se pueda cerrar el compartimento. Las bolsas más pequeñas deben quedarse fuera de ese espacio y colocadas debajo del asiento frente al tuyo, para que así haya más espacio arriba para el resto de los pasajeros.
Nunca subas los pies en los asientos ni colores tus rodillas detrás de los asientos delanteros.
Bueno, en realidad cualquier parte de tu cuerpo que se extienda hacia otro pasajero es un problema. Desde lidiar con gente que piensa que está bien meter sus pies en el apoya brazos de enfrente, hasta tener que recordarle a algunos que no está bien empujar tus rodillas y tus piernas contra el asiento de enfrente, las azaftas están un poco cansadas de pensar que nuestro nivel de confort importa más que el de otros pasajeros.
Los auxiliares de vuelo odian el botón de ayuda.
Aunque no tienen nigún problema en ayudarte, sobre todo si necesitas ayuda o tienes una emergencia, los viajeros que presionan el botón de llamada a cada rato sí les desespera. A la vez que intentan manejar las peticiones de cientos de pasajeros, las azafatas tienen una serie de trabajos que cumplir, y apretar el botoncito de manera continua –especialmente para preguntar cosas redundantes como "¿Cuándo viene el carrito de las bebidas? o ¿Nos falta mucho para llegar?– no hace más que interrumpir ese trabajo.
Ellos son capaces de oler todo.
Los aviones, incluso los grandes, son en realidad bastante pequeños en relación al espacio personal. Eso significa que los auxiliares de vuelo, y los otros pasajeros, pueden oler todo lo que hagas, desde soltar gas hasta sacarte los zapatos. Deberías intentar no ser el pasajero que haga más complicado que el resto de las personas abordo puedan respirar. Esto también es aplicable a la gente que le gusta bañarse en colonia. Solo porque a tí te guste, no significa que les gustará a todos.
No debes tocarlas.
La verdad, no entiendo por qué alguien pensaría que está bien tocar a un auxiliar de vuelo mientras trabaja. Si una azafata pasa junto a tí, un simple "disculpe" puede ser suficiente para obtener su atención. Si eso no funciona, puedes esperar y volver a intentarlo, y si de verdad es importante y no consigues que te escuche, entonces puedes apretar el botón de llamada. Pero, bajo ninguna circunstancia (a menos que se trate de una emergencia de vida o muerte) deberías tocarlos para llamarlos. No es apropiado.
Tristemente, la clase turista no es primera clase.
Si te molesta el poco espacio para tus piernas, las pocas opciones de comida o la incomodidad general que acarrea el viajar en la sección de economía, o si te dan rabia las sonrisas de los pasajeros en primera clase con sus tragos de gran calidad, ese no es problema de los auxiliares de vuelo. Si quieres una mejor experiencia al viajar, saca el dinero de la alcancía y págate el pasaje en primera clase o business. No esperes que las azafatas te ayuden a encontrar tu nivel personal de lujo cuando has pagado por viajar en la parte de atrás del avión.
Mantente en tu zona del avión.
A la vez que no debes esperar el nivel de confort de una clase superior, no deberías pensar tampoco que está bien entrar en esa zona, y mucho menos, usar sus lavabos de esa área. Si hay una cortina separando las dos secciones, es una clara señal de que no debes entrar ahí a menos que te lo indiquen. No hagas que las azafatas sean las malas de la película y que te tengan que mandar de vuelta a tu asiento.
Las reglas aplican de igual manera para todos.
Ya sea que te pidan que te mantengas en tu asiento con el cinturón abrochado, que subas tu respaldo, o que apagues tus aparatos electrónicos, debes hacerlo todo sin protestar. Los auxiliares de vuelo no están ahí para ser la policia del vuelo y no incomodarte, sino para mantener a todos seguros. Solo porque no te gusten las reglas y no las compartas, no te da derecho a no tener que seguirlas.
Nada es gratis en un vuelo.
En cada vuelo hay algún pasajero listillo que intenta llevarse algo gratis mientras están en el aire. Aunque en algunos casos, son las propias aerolíneas las que causan cierto nivel de frustración (cancelando viajes o rebajando a alguién de categoría), no debes esperar que las azafatas te echen un cable con comida o bebida gratis para cubrir cualquier pequeño enfado que tengas. Aunque las cosas gratis se reparten a su discreción, las azafatas seguramente le den algo gratis antes a un pasajero amigable que uno que no para de quejarse.
Por favor, mantente en tu asiento.
Nada le fastidia más a los auxiliares de vuelo que los pasajeros que se levantan del asiento en cuento el vuelo despega, y antes de que se apague la señal de los cinturones. Cuando el piloto te recuerda que debes estar sentado hasta que se apague esa lucecita, es en serio. Levantarte nada más despegar es peligroso para todos, y si te caes y te haces daño, podría provocar que el avión tuviera que volver al aeropuerto y arruinarías el viaje a todo el mundo.
Tus niños son tu responsabilidad.
Los auxiliares de vuelo no son tus criados ni los niñeros de tus hijos. Son profesionales con muchísimas responsabilidades en el aire, y ninguna de ellas incluye el cuidar a tus niños. Si decides viajar con tus hijos, no esperes que ellos te ayuden a cuidarlos o mantenerlos entretenidos. Aunque muchos decidan echarte una mano porque son buenas personas y cariñosas, no es un requerimiento ni una obligación.
Lo siento, no te tienen que ayudar con tu equipaje.
¿Empacaste algo muy pesado en tu maleta de mano y ahora no puedes subirlo al compartimento superior? Eso es una gran pena, pero no es el trabajo de los auxiliares de vuelo el ayudarte a subirlo. De ninguna manera. Imagínate qué pasaría si las azafatas hiceran esto para todos los pasajeros… acabarían con serios problemas en la espalda. Puedes pedir ayuda a otro pasajero, pero en realidad debería ser tu responsabilidad.
Si tu viaje es corto, no debes pedir bebidas calientes.
Aunque puedes pedirlo sin ningún problema, si tu vuelo es corto (de unos 45 minutos o menos), una bebida caliente puede representar un dolor de cabeza para los auxiliates de vuelo. Como el agua no se puede calentar hasta que el avión llegue a la altura de crucero (sobre 20 minutos de vuelo) y las preparaciones de aterrizaje empiezan 30 minutos antes del miso, tu café se convierte en algo extremadamente peligroso para todos.
Mantén siempre el pasillo despejado.
Siendo completamente honestos, las azafatas no se sienten del todo mal cuando su pesado carrito de bebida te pega "accidentalmente" en el pie. ¿Por qué? Porque te han dicho millones de veces que debes mantener los pasillos despejados. Los carritos de bebidas son grandes y bloquean la vista de las azafatas. Eso significa que son los pasajeros los que deben mantener sus extremidades en su espacio y no en el pasillo.
Tanto tú como tus hijos deben mantener un tono bajo durante el vuelo.
Entendemos que hay personas que tienen problemas y deben usar una voz un poco más alta, pero hay pasajeros que simplemente son maleducados y no saben dejar de gritar cuando llegan a un avión. Y como un avión es básicamente un tubo flotante en el cielo, ese sonido rebota y crea un eco, por lo que todo el mundo en el vuelo puede escuchar la historia sobre el fin de semana que se pasó Pablo pescando, o los problemas familiares de Patricia (mucha información, por cierto). Haz que todos viaje feliz y baja el volumen de tu voz.
Esto no es un restaurante.
Más allá de los problemas de alergias, poco pueden hacer las azafatas para acomodarse a tu fino paladar. A menos que hayas avisado de antemano a la aerolínea, tendrás mucha suerte si alguien te puede ayudar con tus restricciones dietéticas.
Ser amigable no significa que sean amigos.
Ser auxiliar de vuelo requiere que la persona sea profesional y cortés para realizar tu trabajo. Pero no significa que sean tus mejores amigos. Para los pasajeros que les encanta hablar: no eres muy gracioso cuando te metes en el espacio de trabajo de una azafata y no cierras el pico. Están trabajando y cuando están en su espacio, lejos de los pasajeros, no están esperando que vengas a hablar con ellas.
Tampoco son tus sirvientes.
Tristemente, esto está en la lista porque, a veces, hay pasajeros que se piensan que los auxiliares de vuelo son sus sirvientes. Sí, la azafata te va a ayudar con lo que pueda, como bebidas, comida, y cuestiones de seguridad personal, pero hasta ahí. No son tus sirvientes ni pretenden serlo, y si los tratas como tal, te odiarán sin duda alguna.