10 Errores que debes evitar antes de que pierdas al amor de tu vida

Si siempre crees que estás en lo correcto, que no te equivocas y que todo lo malo que ocurre en tu relación es sólo culpa de tu pareja, déjame decirte que estás muy equivocada. Te cuento algo; cuando veo a parejas en consulta, siempre les digo que imaginen que la relación es como una tercera energía. Eres tú, tu pareja y la energía que forman cuando están juntos. Es un trabajo y una labor "de dos" y ambos son responsables de lo que acontece en la relación. Así que ya te adelanté el error número uno: "no hacerte responsable de la parte que te toca". 

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La vida en pareja es todo un reto. Y aunque al principio todo son mariposas, suspiros y miel, y todo es color de rosa, la realidad es que la adaptación de dos mundos diferentes y de dos formas de ver y vivir la vida, implica mucho compromiso y amor real que la hará durar para siempre.

Si pones atención, no es sólo cosa de fe, también hay que trabajar en la relación para que las cosas funcionen como esperamos. Y aunque la relación es de dos, no ignores o dejes a un lado el esfuerzo que a ti te toca. Necesitas ser honesta contigo misma y aceptar cuando estás equivocada. Échale un vistazo a estos consejos que te comparto y no dejes que tu lado oscuro haga que pierdas al amor de tu vida.

Error: Te victimizas por todo, eres sumamente quejumbrosa y lo culpas de todo lo malo que sucede en la relación.

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Ir con la bandera de “pobre de mí” te convierte en una mujer chantajista. Cuando te victimizas, aunque no te des cuenta, lo que en realidad buscas es hacer sentir culpable a tu pareja y obtener lo que deseas y tarde o temprano uno de los dos, o los dos, se fastidiarán de esta situación.

Consejo: Aprende a hacer acuerdos con tu pareja, aprende a escuchar y reconoce tus errores.

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Una actitud adulta es que aprendas a aceptar la responsabilidad que te toca en los problemas de la relación. Aprende a escuchar su punto de vista y no te quedes sólo con el tuyo y con tu sensación de “pobre de mí”. Cede en lo que estés dispuesta a negociar, sin caer en la sumisión.

Error: Eres rencorosa con las cosas que ya pasaron y que, según tú, ya habías superado.

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No puede ser una segunda oportunidad de lo que sea, si insistes en estacionarte en el pasado. Es muy dañino para ti y para la relación. Así que o le das vuelta a la pagina o mejor terminas la relación. El rencor no ayuda.

Consejo: Busca apoyo en terapia de pareja y decídete a soltar aprendiendo del pasado.

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Si no logras perdonar con tus propios esfuerzos, es necesario que busques apoyo de un profesional. Esto puede favorecer mucho tu equilibrio emocional y por efecto mejorará la energía que aportas a tu relación de pareja.

Error: Eres una celosa enfermiza y desconfiada, por lo que tu actitud casi siempre es perseguidora.

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Los celos pueden llevarte a ser controladora, suspicaz y cuestionadora. Es posible que te cuentes historias por todo. Tu pareja puede comenzar a mentirte con tal de evitar tus explosiones por celos y esto se convierte en un círculo vicioso de desconfianza.

Consejo: Trabaja en tu baja autoestima y deja de escuchar las historias que creas en tu cabeza.

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Definitivamente, el exceso de celos está relacionado con lo poco que te valoras. Reconoce tu valor y siéntete una persona única. Además, tu relación dejará de ser un infierno mental en el momento en que confíes en ti misma o renuncies a la relación si hay motivos reales para desconfiar.

Error: Lo desacreditas continuamente y te burlas de él todo el tiempo.

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Algo que mantiene a las parejas en un equilibrio saludable es la admiración que se tienen mutuamente. Si has dejado de admirar a tu pareja y, peor aún, lo descalificas con bromas muy frecuentemente, es posible que la relación se deteriore.

Consejo: Vuelve a admirar a tu pareja, no dejes que la rutina y los resentimientos te consuman.

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A veces tu corazón puede poner barreras para defenderse de alguna desilusión sufrida durante algún momento en tu relación. Por ello decides de forma inconsciente dejar de admirarlo y ver en él sólo sus defectos. De esta forma crees erróneamente que no volverás a desilusionarte.

Error: Lo abandonas en el barco cuando está pasando por un mal momento.

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Puedes actuar de forma egoísta y, aunque a veces no es tu intención, tu desinterés te impide notar que está pasando por un mal momento. Quizá necesite tu apoyo emocional o necesite tu contención. Luego no te quejes de que no te cuenta nada.

Consejo: Dale tiempo a la relación, si muestras desinterés es porque quizá no la estén alimentando.

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Puede ser que por trabajo, por agotamiento, por distracción o hasta por diferencia de intereses, ambos estén descuidando la relación. Es sumamente importante que, aunque estén en sus propias ocupaciones, también estén conectados. Dediquen más tiempo a estar juntos.

Error: No quieres integrarte a su mundo, te niegas a formar parte de su vida o lo quieres alejar de él.

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Eres muy crítica hacia sus amistades o familia, no te gusta integrarte a sus espacios y esto significa que te niegas a compartir y conocerlo a profundidad. Si te alejas de lo que forma parte de su mundo, le estás dando el mensaje de que no tienes interés y esto desgasta terriblemente cualquier relación.

Consejo: Intenta buscar un punto en común para compartir en donde sí te sientas cómoda.

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Quizá no te quieras integrar totalmente a su medio social o familiar. Sin embargo, no puedes negar que esto forma parte de él. No se trata de que te obligues a hacer algo que no quieres, pero si podrías ser más flexible y tener un poco más de disposición por el bien de la relación.

Error: No lo dejas ni respirar, acaparas sus tiempos, sus espacios y llegas a ser muy asfixiante.

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Si no puedes hacer nada sin que él esté presente, si necesitas su compañía en todo momento y además no tienes un espacio de vida propio, es posible que la relación se vuelva tediosa y hasta asfixiante.

Consejo: No seas una dependiente enfermiza y deja de pensar que no concibes tu vida sin él.

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Si te pones un poco histérica cuando no está contigo, le llamas todo el tiempo para saber qué hace, dónde está y a qué hora llegará, puedes provocar hartazgo en la relación. Es importante los respiros que puedan darse a nivel individual. Eso de las fusiones de alma, es sólo fantasía romántica.

Error: Siempre estás esperando lo peor de él y se lo dices en cada momento.

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Ya sea por miedo o por desencantamiento, eres muy fría en la relación. Pareciera que no quieres que prospere. Todo el tiempo le hablas de malos pronósticos como: "No creo que tu y yo lleguemos a más, no creo que seamos el uno para el otro, parece que no vamos para ningún lado".

Consejo: Asume y reconoce tu miedo a comprometerte y deja de ser tan pesimista.

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Sabes que la mente atrae realidades. Si no te comprometes, deja de buscar pretextos y date cuenta que son tus miedos los que impiden que la relación crezca. Lo mejor es que aceptes tus temores y lo platiques con tu pareja para que juntos se apoyen en el camino.

Error: En lugar de ser su pareja, pareces su mamá diciéndole qué hacer y cómo hacerlo todo.

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Mas allá de ser controladora, le das sermones de madre e instrucciones para todo. El problema es que pueden llegar a un punto en donde dejes de sentirlo un hombre y comiences a sentirlo como un niño y en automático dejarán de gustarse como adultos.

Consejo: Suelta el control y déjalo ser, si sus decisiones no te gustan recuerda que él es un adulto.

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Podría dejar de ser atractivo para ti porque sin querer lo estás anulando. Aunque tus intenciones sean las mejores, definitivamente contribuyes a que se convierta en alguien inmaduro, irresponsable e incapaz de resolver su vida. Deja de ser su mamá y solo sé su pareja.

Error: Le pides que se convierta en una persona que “no es” y atentas contra su personalidad.

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No quiero decir que debes tolerar sus defectos, en una pareja todo es negociable. Pero no te confundas, porque si lo que quieres es que prácticamente vuelva a nacer y crees que es una plastilina que puedes moldear, no estas respetando su personalidad.

Consejo: Acepta su esencia, respeta su personalidad y no gastes tu energía buscando que se transforme.

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Puede que él ceda en muchas de las cosas que le pides con tal de llevar la fiesta en paz, pero no significa que esté totalmente de acuerdo. Podrían tener muchos problemas debido a esto ya que esto propicia mentiras, doble cara y falsedades en la relación.