Latina describe el infierno que vivió por años al ser abusada física y sexualmente por sus tíos

Abby Alvarado, una mujer hispana de Texas, ha relatado en exclusiva para la revista People el particular infierno que vivió durante 17 años al ser abusada física y sexualmente por su tío, Eusebio Castillo, y su mujer, Laura Castillo, quienes la adoptaron a los 8 años. Lo que al principio parecía una solución para ella y sus hermanitos, acabó convirtiéndose en su peor pesadilla, de la cual no logró escapar hasta que cumplió los 25 años.

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Ahora, a sus 30 años, Abby, quien tiene tres hijos, ha querido hacer público su calvario, según relató, "para que otras mujeres y otras personas escuchen mi historia y aprendan de ella". Abby dice haber superado lo que vivió y ya puede dormir tranquila por las noches, gracias a la ayuda psicológica que recibió y al apoyo de su marido, pero su experiencia es verdaderamente aterradora.

Abby Alvarado contó con lujo de detalles su desgarradora historia.

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People.com

Cuando los servicios sociales separaron a Abby y a sus hermanitos de su mamá, cuando ella tenía solo 8 años, Abby pensó que mudarse a Hawái con su tío Eusebio y su tía Laura sería una bonita aventura. Pero rápidamente se dio cuenta de que su vida había dado un giro peligroso hacia el lado más oscuro de la humanidad. Su tío, un sargento del ejército estadounidense, y su esposa se dedicaron a abusar de ella, física y sexualmente, durante los siguientes 17 años, hasta que ella tuvo las fuerzas para escapar de sus garras cuando ya tenía 25 años.

Eusebio Castillo fue condenado a cinco sentencias de cadena perpetua por sus crímenes.

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Brexar County Jail

El infierno de Abby empeoró un día cuando, a sus 15 años, sus tíos le pidieron algo increíble. "Vamos a conversar. Esto es lo que vamos a hacer y ya. Fin de la historia", recuerda la texana que le dijeron los monstruos con los que creció, tras ordenarle que tuviera hijos con Eusebio. La adolescente no pudo hacer nada al respecto, y dio a luz a su primera hija en 2005, cuando tenía 17 años. En 2008, tuvo su segunda hija junto a su tío, y a en 2011 dio a luz a su hijo.

El calvario continuó una vez la familia se trasladó de nuevo a Texas y hasta 2013, cuando Abby conoció a quien se convertiría en su esposo y confió en él para lograr escapar de su infierno personal y poder denunciar la situación a las autoridades. En 2017, los Castillo intentaron escapar de la justicia, pero fueron capturados, y en 2018 se declararon culpables. Eusebio Castillo fue sentenciado a cinco términos continuos de cadena perpetua por sus atroces crímenes.

Su esposa fue cómplice de toda la situación y también condenada por la justicia.

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Brexar County Jail

Laura Castillo, quien trabajaba cuidando niños, formó parte activa de la trama que destrozó las vidas de Abby y sus hermanitos, por lo que, tras declararse culpable en junio de 2018, también fue condena a 33 años de cárcel por abuso sexual. La pareja explotó a Abby y a sus hijos, pues incluso montaron una estratagema para convencer a sus conocidos de que la hija pequeña de Abby tenía poderes de sanación, con la idea de buscar ganancias económicas.

Con la ayuda de Rudy, su ahora esposo, Abby logró escapar del infierno en que le sumieron sus tíos y dejar lo malo atrás.

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People.com

Fue en 2013 cuando Abby conoció a Rudy en la iglesia y con su ayuda consiguió escapar de las garras de sus tíos, junto a sus tres hijos, a los que Eusebio y Laura habían acogido como vástagos de la pareja. La texana asegura que finalmente tuvo el coraje de escapar por el bien de sus hijas.

"Yo estaba haciéndome mayor y sabía que [Eusebio] iba a buscar a alguien más joven eventualmente para satisfacer sus deseos", explicó Abby a People. "Me dije: 'Tengo dos hijas, y a ellas también les va a tocar. Ellas son las siguientes en línea, no hay nadie más'. Por eso, escapé y los denuncié. Por mis hijas y por mi hijo, que son mi vida".

Abby dice que lo peor ha pasado, y que gracias a su marido ha podido superar la situación y recuperarse. Ahora solo quiere que su historia se conozca para poder ayudar a quienes estén pasando por una situación similar.

"Ya puedo dormir tranquila por la noche, y no me tengo que levantar a mitad de la noche muerta de miedo esperando que Rudy me abrace y me calme", contó la mujer a la revista People. "Ahora me siento bien porque ya no tengo miedo. No quiero que la gente me tenga pena. Solo quiero contar mi historia para que quien la escuche, quizás, pueda aprender algo de ella".