Después de tantos escándalos de famosas que han sido víctimas de acoso sexual, como Salma Hayek por solo mencionar a alguna, es muy importante reflexionar sobre el tema y comprender que nadie tiene derecho a abusar de su poder, posición, o fama, creyendo que con ello pueden hostigar, chantajear o incluso amenazar con la intención de recibir favores de tipo sexual. Toma nota de estas pistas que te comparto para que reconozcas de inmediato a los acosadores sexuales y apliques las estrategias necesarias para deshacerte de ellos.
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Nada más terrible para nosotras las mujeres que esa mirada morbosa y esas insinuaciones incómodas que son una forma muy evidente de acoso. Cuando se cruza la línea del respeto, está en tus manos buscar una solución, aunque todos los hombres saben que es ilegal hacerlo, a muchos no les importa y distorsionan la realidad, disfrazando el acoso de coquetería o amistad. Su ego depende en gran medida de esta conducta de hostigamiento. Así que no lo permitas.
Comienza a hacerte preguntas sobre tu vida sexual sin tener el nivel de confianza suficiente entre ustedes.
Hay amigos o amigas con las que quizá no te sientas incómoda compartiendo aspectos íntimos de tu vida. Sin embargo, si una persona rebasa la frontera y quiere saber aspectos que solo corresponden a ti y a tu vida privada, debes estar alerta y poner un freno a sus preguntas.
Notarás una actitud soberbia al mismo tiempo que acercamientos físicos que te hacen sentir incómoda.
Como el acosador considera débil a su víctima, su actitud es de poder buscando -a través de la intimidación- que tú le temas. Los acercamientos físicos muy próximos en los que incluso percibes su respiración, no deben causarte temor. Retírate con seguridad.
Mensajes de texto con temas sexuales y hasta obscenos, disfrazados de bromas.
A pesar de que tus respuestas ante dichos mensajes o bromas son de molestia o indiferencia, insiste en enviártelos con el pretexto de que solo es un juego para socializar. En esto debes ser directa y decirle con claridad que no quieres recibir este tipo de mensajes.
Te hace insinuaciones constantes sobre tu forma de vestir y mira tu cuerpo como con un escaner.
Disfraza de halagos lo que lleva una plena intención sexual. Es muy reiterativo en lo bien que te ves haciendo alusión a tu cuerpo. Te sientes incómoda con sus comentarios e incluso evitas pasar frente él para evitar el hostigamiento.
Te invita a salir con él, es muy insistente e incluso te presiona indirectamente o directamente para hacerlo.
Si su posición es de poder, ya sea por trabajo o por estatus, y de él dependen muchas decisiones, usará esto para manipularte y pedirte directa o indirectamente que salgas con él a cambio de favores o de no perjudicarte. Obviamente es una trampa para convencerte.
Cuando te saluda con un beso, sus labios se aproximan demasiado a tu boca a pesar de tu reacción de rechazo.
En este caso lo mejor es que ya no lo saludes de beso. Frenar una conducta indeseada depende de que no temas a poner fronteras entre su cuerpo y el tuyo. Un saludo debe de tener siempre la distancia pertinente del respeto a tu espacio vital.
Hace comentarios machistas y cree que tiene todo el derecho de acosarte por el hecho de que eres mujer.
No respeta la línea que divide un sí de un no. A pesar de que le has dicho millones de veces que no quieres nada con él, éste sigue hostigándote haciendo comentarios que delatan su machismo, tachándote de recatada. Esto ya amerita denuncia.
Sabe mucho más de ti de lo que le has contado porque te ha estado investigando.
Si tiene más información de la que le has dado, es posible que esté muy atento a tus movimientos o preguntando por ti a todas las personas que te conocen. Su interés excesivo por ti, a pesar de que ya has dejado claro que no quieres nada, es algo a lo que le debes poner atención.