Daddy Yankee no solo se ha ganado el apoyo de sus hermanos boricuas, también se ha ganado sus corazones y respeto, ejemplo de ello es la emotiva bendición que le dio una abuelita en Puerto Rico.
Tras el devastador paso del huracán María por la Isla del Encanto el pasado mes de septiembre, el reggaetonero ha sido uno de los famosos que más ha ayudado a los damnificados, y de hecho, tres meses después de este terrible ciclón, continúa ayudando a su gente.
Cuando el huracán dejó completamente destruída la isla de Puerto Rico, el intéprete de "La Gasolina" de inmediato puso manos a la obra. Primero hizo un llamado a sus fans a donar alimentos, agua, medicamentos y artículos de primera necesidad, y fue así como logró recaudar varios furgones de ayuda durante sus conciertos en Nueva York, Chicago y Connecticut. Luego, él mismo viajó a la isla para repartir personalmente la ayuda a sus hermanos boricuas.
También donó un millón de dolares de su bolsillo a organizaciones que ayudan a la isla tras este desastre natural, como Feeding America, American Red Cross, Habitat For Humanity y entidades locales. Y como puedes ver aquí, el cantante sigue ayudando a su gente.
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Daddy Yankee recibe una emotiva bendición de una viejita en Puerto Rico.
El reggaetonero se ha ganado el apoyo pero también el corazón de sus hermanos boricuas.
Tres meses después de huracán, Daddy Yankee continúa ayudando a los damnificados.
María Celeste Arrarás viajó a su natal Puerto Rico para grabar un programa especial y mostrar cómo se encuentra la isla tras tres meses del huracán. Allí pudo documentar lo que el cantante ha hecho y continúa haciendo por su gente.
La periodista pudo conocer personalmente a algunas de las personas que han sido ayudadas por El Cangri.
El cantante llevó a María Celeste Arrarás a visitar algunos vecindarios donde él ha podido hacer una diferencia con su ayuda.
María Celeste y Daddy Yankee repartieron ayuda en la isla.
Queda mucho por hacer y estos boricuas continúan poniendo su granito de arena para ayudar a su isla a levantarse nuevamente.
¡Arriba Puerto Rico!
