Andrea Legarreta abrió su corazón al contar su verdad sobre su relación con Erik Rubín, su marido por 17 años. Muchas revistas mexicanas les tienen de crisis en crisis, y la presentadora y actriz decidió agarrar el toro por los cuernos y hablar del tema como si estuviese conversando con una amiga del alma.
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"A veces me dan ganas de echarle a la taza del baño (inodoro) y jalarle. Y hay momentos donde te detienes y dices: 'A ver, qué quieres, ¿continuamos?, ¡Pues continuamos!', pero a mí me da lo mismo si quieren inventar cosas o no", dijo la presentadora de Hoy a Univision.
"Desde que nos casamos, desde que dijimos que nos íbamos a casar, empezaron esos rumores, yo tengo gente que me dijo: 'Nosotros apostamos a ver cuánto tiempo iban a durar', pero eso pasa. Llevamos 17 años de casados y no te puedo decir tampoco que todo ha sido color de rosa", agregó.
Y la verdad es que quién puede decir que una relación de años es miel sobre hojuelas. Yo todavía no conozco a nadie, menos los profesionales del mundo del entretenimiento como ellos que deben viajar a menudo por trabajo, con largas horas de ensayos y, en el caso de él ahora que está en la gira de Timbiriche.
Aunque muchos piensan que la gente que tiene una vida pública debería estar ya acostumbrada a que se inventen todo tipo de cuentos sobre su vida personal y probablemente lo estén, yo no puedo dejar de pensar en los hijos de los famosos que tienen que escuchar tanta tontería.
Las hijas de Legarreta y Rubín, Mía y Nina ya están grandecitas y entienden estas cosas. ¿Será que se preocupan? Espero que no y que sepan cuánto se quieren sus papás y cuánto las aman a ellas.
