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Natalia Téllez__ escribió un descorazonador texto sobre su lucha contra los desórdenes alimenticios en El Heraldo de México en un artículo titulado "No me llamo Barbie". Seguro que reconoces muchas situaciones y complejos por los que las mujeres pasan a lo largo de su vida, bombardeadas por la dictadura de la imagen y Natalia abrió su corazón al hablar de su lucha personal.
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La verdad es que quería verme como las chicas de las revistas … mientras más parecida mejor. A pesar de haber sido delgada siempre, al crecer, mi cuerpo generó caderas, piernas, lo odiaba. Prefería ser delgada, me parecía elegante y cool, nada mejor que unos jeans talla cero que me quedaran aguados, aunque el costo fuera ser un zombie que deambulaba sin una gota de energía.
Así empieza la escalofriante columna que la presentadora y actriz mexicana Natalia Téllez escribió en el rotativo mexicano.
La que fuera pareja del también exRDB Christopher Uckermann abrió su corazón después de varios años luchando contra este trastorno que le sobrevino bien jovencita. "Cuando cumplí 16 años decidí ya no comer, o por lo menos comer lo menos posible. La gente me preguntaba si era porque estaba triste por haber perdido a mi mamá", dice ahora con la madurez de los 31 años.
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Por suerte, su columna también servirá a muchas chicas para saber cómo superar lo que todavía hoy algunos no entienden como enfermedad, pues ella llegó a verse en una situación en que su obsesión por pertenecer a un trágico arquetipo de belleza acababa afeándola tremendamente y limitándole en su incipiente carrera como actriz.
La ahora presentadora del programa Hoy entendió que tenía que intentar mirarse "no en el reflejo de una Barbie de media sonrisa, sino en el de mujeres reales dispuestas a crear caminos propios, sembrados de aceptación propia, que rendirán frutos poderosos en otras en las que germine esa semilla de amor. Pero no ese romántico y dependiente que es el que más nos enseñan a nosotras, si no la llave secreta de la libertad personal: la del amor propio", concluye.
Gracias por este testimonio, Natalia. Es muy valiente y realista y nos alegramos de que lo escribas desde la victoria y la libertad de estar contenta con tu aspecto natural. ¡Te mandamos un fuerte abrazo!
