No creo que haya una familia que se enoje si uno de sus miembros sugiere ajustarse el cinturón en lo que se refiere a los regalos navideños. Los que no tienen problemas de dinero, seguro que no necesitan nada y todos los demás nos beneficiaríamos de acuerdos en los que nadie gaste demasiado.
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No se trata de quedar mal, o de arruinarle la fiesta a nadie. Sencillamente, la idea es proponer un acuerdo familiar que permita a todos disfrutar las fiestas de fin de año cómodamente y sin llegar a enero sin dinero para pagar las cuentas.
Suena ideal, ¿verdad? Aquí tienes algunas ideas de cómo puedes hacerlo, para que veas que es posible y quizá hasta más divertido.
¡Prepárate para apuntar y agarrar el celular para empezar a llamar!
Un amigo secreto como el de la escuela o la oficina puede ser lo máximo.
Es un cambio al intercambio de regalos tradicional. Claro, si la tía Luisa tiene un gusto horrible, ya sabes que entre las reglas del juego di que tienen que incluir el recibo para devolver el presente sin problemas.
Pongan un límite a los regalos.
No más de $15 o $20 es lo ideal cuando se deben controlar los ingresos.
Se le puede hacer regalos solo a los niños.
Después de todo, la Navidad es para ellos.
Escoje un tema.
Es más fácil así controlar el presupuesto.
Los adultos pueden ser prácticos.
Regálense lo que de verdad necesiten. Es una manera de manejar los gastos.
Enfócate en lo que es importante.
Fotos especiales en un marco lindo, una playlist con canciones importantes o un libro especial no requieren de mucho gasto y seguro que van a derretir a todos.
Hagan una vaca para regalos grandes para los niños.
Es otra versión de la idea anterior, pero uno o dos presentes importantes para ellos. Imagínate que si en vez de una muñeca, tu hermanita, sobrina o hija reciba algo especial como un concierto para ver a su artista favorito, una computadora para hacer la tarea, o un atuendo de moda.
Hay regalos que se pueden compartir.
Como un paseo en familia. Sería una manera de compartir más, pero sin gastar doble en Navidad y vacaciones.
Algo hecho a mano puede ser más valioso que algo comprado.
Sin duda, también puede costar menos dinero.
Regálense tiempo.
A final de cuentas, es lo que todo necesitamos de la gente que amamos. Regálense cupones, acuerdos de citas y sobretodo muchos abrazos y sonrisas.