Muchos especialistas del sexo coinciden en la importancia de la creatividad y la espontaneidad que una pareja necesita para tener una vida sexual plena y saludable. Salir de la rutina es parte de la renovación de tu vida sexual, pero confundir creatividad con adrenalina y gozar al lastimar o ser lastimada puede ser muy peligroso. Los juegos sexuales extremos, quizá te lleven a lo que se conoce como parafilia.
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Cuando salió la película Cincuenta sombras de Grey -una historia erótica con algo de sadismo y masoquismo- recuerdo haber escuchado mujeres que estaban en una burbuja con el gran Christian Grey. Sin embargo, estoy segurísima de que muchas de ellas no sabían lo que implicaba una relación real con un hombre como él, es decir, alguien que practicaba la parafilia.
En mi opinión, todos los extremos son malos. Por eso hay que estar consciente de todo lo que se haga y más cuando se trata de explorar cosas nuevas en el ámbito sexual. Si te da la curiosidad por experimentar con corrientes o velas, debes mantenerte lúcida en todo momento y no dejar que el placer te lleve a algo peligroso. Aquí te cuento ocho señales en donde el sexo puede resultar peligroso.
Ten cuidado si practicas la asfixia erótica ya que en medio de la emoción, todo riesgo supera el placer.
Cuando permites que tu pareja impida tu respiración para llegar al orgasmo, debes estar consciente que esto puede provocar daños irreversibles a tu organismo y en los peores casos te puede llevar a la muerte porque la tolerancia a la falta de oxígeno es mínima.
Si encuentras excitación y placer a través de exponerte o exponer a tu pareja a choques eléctricos.
Aunque los choques eléctricos sean suaves, el riesgo es que la búsqueda de placer vaya de menos a más. Lo que comenzó en un nivel simple puede perder el sentido y llegar a no ser suficiente y buscar más estímulo de manera progresiva. ¿Para qué hacerle estas cosas a tu cuerpo?
Aunque no es parafilia, beber en exceso es un hábito peligroso ya que te distrae de cuidar tu salud y seguridad.
Estar en completo estado de ebriedad, puede tener efectos que hacen que el sexo no resulte nada placentero ya que disminuye la excitación. Aunque el peligro real está en que al no estar consciente de tus actos, puedes olvidar el condón y exponerte a enfermedades como el VIH.
Permitir o provocar la quema con cera de vela para obtener placer doloroso.
Quizá no sea una práctica que te provoque la muerte pero si puede provocarte severas lesiones, sobre todo porque al permitir la quema de tus genitales, puedes provocarte infecciones y molestias innecesarias que males atendidos o mal cuidadas, pueden ser riesgosas.
La práctica de lluvia dorada por la concentración de bacterias en la orina.
Muchas parejas encuentran placer al hacer uso de la orina como un elemento de mutua excitación. Sin embargo y a pesar de que es considerada por muchos, una práctica sexual segura porque ésta no transmite el VIH, sí transmite enfermedades e infecciones bacterianas.
Gozar compulsivamente de las cachetadas, pellizcos o mordiscos provocando la desensibilización.
Si bien es cierto que el sexo entre adultos lo permite todo siempre y cuando ambas partes estén conscientes y de acuerdo, también hay que considerar que las conductas compulsivas caen en no ser suficientes y el sadomasoquismo fuera de control, puede llevar a la muerte.
Permitir o provocar lesiones con cuchillos o agujas con tal de sentir placer por el contacto con la sangre.
Esto es conocido como vampirismo o hematolagnia y puede poner en extremo peligro cuando no se miden las consecuencias y alguno resulta desangrado.
Cuando compartes juguetes sexuales sin tomar en cuenta la alta probabilidad en el contagio de enfermedades.
En medio de la excitación, puedes perder conciencia de la importancia de la higiene en cualquier práctica sexual. Si ante esto, decides compartir un juguete sexual, te estas exponiendo al intercambio voluntario de infecciones, enfermedades o virus. ¡Jamás lo hagas!