Por supuesto que te entiendo, las mujeres estamos repletas de emociones y a veces nos dejamos llevar por el enojo, la confusión o la frustración. Decimos cosas sin filtrarlas y las soltamos sin más y los efectos a veces son terribles. Piensa antes de hablar, tomate un tiempo para enfriar tu cabeza y evita que estas 10 tonterías que te comparto salgan de tu boca, no vaya a ser que después te arrepientas.
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La vez anterior hiciste lo mismo...
Es que hace una semana me hiciste lo mismo, es que hace un año me…, es que… ¡Por Dios! enfócate en resolver el problema actual y no uses como arma el pasado por solo ganar lo que crees que es una batalla. Si a punto de hacerlo, detente y busca un acuerdo para el presente, de lo contrario el rencor crecerá.
Tienes los mismos defectos de tu padre/madre
No apliques comparaciones con nadie, son reclamos que muchas veces lastiman porque llevan una doble intención ofensiva. Con esta lucha, puedes provocar más enojo del que ya existe y no resolverás nada. Habla de tus puntos de vista sin ser ofensiva, quizá para ello necesitas calmarte antes.
No sé en qué momento se me ocurrió estar contigo
El arrepentimiento es tuyo y no tienes por qué escupirlo a otros, reconsidera tus decisiones siempre y cuando no sea con la intención de descalificar. No hieras con tus palabras, haz un acuerdo para replantear el camino.
Pero te vas a acordar de mí
Las amenazas son para provocar miedo y dudo mucho que quieras que tus seres queridos te tengan miedo. El respeto de otros no se gana con amenazas, quizá necesites mostrar tu poder personal con formas mucho más efectivas como poner límites firmes.
No te acerques, ya no te quiero
Condicionar el amor es una forma de manipulación que lastima y daña la autoestima de la persona a quien se lo dices- sobre todo si se trata de un niño(a)-. Si estás enojada mejor menciónalo así*: En este momento prefiero no abrazarte, te quiero mucho aunque me siento enojada contigo y te prefiero lejos.*
¿Por qué lloras si no es para tanto?
Quizá tu estés enfurecida pero el otro no. Sea niño o adulto está en su derecho de expresar su emoción como la sienta. Si la manifiesta a través del llanto, no reprimas. No desacredites el sentimiento del otro y espera el momento adecuado y óptimo para resolver lo que tengan que resolver.
¡Ves lo que provocas!, ya asustaste a los niños
Si tú estás discutiendo frente a tus hijos o frente a cualquier persona vulnerable, entonces también estás participando en la situación de daño. Mejor evita toda discusión inoportuna y no contribuyas a que otros salgan lastimados por seguir el juego de la pelea.
¡Regrésame en este instante el obsequio que te di!
Mi abuela decía que lo que se da no se quita. Hacerlo es una forma simbólica de decir: Quiero que me regreses todo el amor y entrega que te di en ese regalo. No necesitas esta conducta infantil, expresa tu desilusión de forma adulta y en el momento indicado en que puedas hablar y ser escuchada.
Ya no me importas para nada
Te aseguro que si no te importara no se lo dirías con tanto enojo y con ganas de lastimar. Por supuesto que te importa y es mejor que manejes la situación así: Estoy furiosa contigo y no tengo ánimo e interés de resolverlo en este momento, mejor lo conversamos después.
No eres lo que yo esperaba
Hay un fragmento de una oración de Fritz Perls que adoro y dice: Tu eres tú y yo soy yo, yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas y tú no estás en este mundo para cumplir las mías. Si no es lo que tú necesitas en tu vida, toma decisiones con la cabeza fría y elige un nuevo camino.