¿Te sientes enferma, sin ganas de nada, tu dinero no fluye y además ningún proyecto te funciona? Tu casa debería ser tu refugio más sagrado pero cuando llegas ¿sientes mucho cansancio y malestar? Si es así, algo está pasando, no lo eches en saco roto. Quizá tu guarida personal esté acumulando energías negativas que te están consumiendo.
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Es posible que, en ocasiones, hayan cosas en el día que no te salen como esperabas y terminas culpando a otros factores que no necesariamente son los responsables. Tu casa es el lugar donde te refugias luego de cualquier evento, ya sea cotidiano o algo que ocurre de vez en cuando, es el espacio que guarda las energías de todas tus emociones.
Es por eso que debes estar atenta y dispuesta a eliminar todo lo que proporciona malas vibras en los rincones de tu casa. Si no actúas a tiempo, corres el riesgo de seguir teniendo inconvenientes en las tareas que desempeñas a diario. Échale un ojo a estas nueve señales para identificar si tu casa está cargada de malas vibras.
La temperatura está agradable y aun así experimentas un frío sin razón lógica.
La piel se te pone chinita y aunque la temperatura es agradable afuera, tú sientes un frío inexplicable. Esto -según los expertos esotéricos- es debido a la presencia de entidades negativas que invaden un espacio en este plano material con la intención de robarte energía.
Cuidas cautelosamente tus plantas y de todas formas se secan.
Las plantas representan vida y tienen la cualidad de ser protectoras y absorber las malas vibras, así que si tus plantas se secan están chupando toda la energía negativa que está alrededor de tu casa.
Tu situación económica no mejora a pesar de que estás haciendo los ajustes necesarios.
Las malas vibras son efecto de las envidias y malas intenciones que tienen otros contra tu bienestar y tu abundancia se ve bloqueada en lo económico, en lo familiar-discusiones- o en lo laboral- no fluyen los proyectos-
Si presientes que alguien te mira intensamente en todo momento.
Tienes una sensación de estar acompañada y sientes la mirada penetrante de alguien y cuando buscas quien, te das cuenta que no hay nadie. Según los esotéricos esto representa una presencia energética maligna.
Comienzas a sentir malestares físicos sin ningún diagnóstico claro.
Dolor de cabeza, dolor de pecho, palpitaciones, angustias y ansiedades sin que tengan una razón médica sustentable, podrían ser los efectos en tu cuerpo de los ataques psíquicos de personas que desean un mal para ti.
Llegan aromas putrefactos o desagradables sin justificación alguna.
Según los esotéricos, los seres de oscuridad desprenden aromas desagradables porque su energía es de baja vibración. Además si la comida se pudre rápido o se descompone de inmediato, los expertos en estos temas dicen que tu casa está llena de malas energías.
Se desatan peleas entre la familia de forma continua.
El estado de ánimo cambia para mal, te sientes enojada todo el tiempo, comienzas a discutir de la nada y sientes mucho coraje hacia tus seres amados. Esta podría ser una invasión a tu energía ya que la negatividad se alimenta de las emociones destructivas.
Aparecen sombras extrañas y sabes que no están relacionadas a algo en específico.
Tus ojos no te engañan, con frecuencias sientes que pasan frente a ti sombras que no pertenecen a nada ni a nadie. Además te sientes inquieta y vigilada. Debes hacer una limpia energética de tu casa de inmediato.
Percibes una tensión penetrante en una habitación o rincón específico de la casa.
Quizá haya una habitación donde se concentre toda la energía negativa y justo ahí te sientes angustiada y con síntomas físicos extraños. Es importante que justo ahí practiques algún ritual de purificación para que se lleve las malas vibras.