Lo que tu hijo espera de ti cuando te confiesa que es homosexual

Estos días, viendo a Jackie Guerrido hablando sobre la homosexualidad de su hija, me he acordado de los miedos, las angustias y, finalmente, la alegría que supuso para mí explicarles a mis padres, de valores tradicionales y fe católica, que su hijo no pertenecía al 80 por ciento de la población y que quizá fuera para él más complicado darles unos nietecitos. ¿Cómo crees que fue?

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Aunque a menudo se piense que la homosexualidad separa a muchas familias, lo cierto es que también puede ayudar a afianzar los vínculos entre padres e hijos. Para casi todo adolescente, la aceptación de los padres supone el obstáculo más importante a superar cuando quiere reconocer públicamente su orientación sexual y eso solo es reflejo de una cosa: de la importancia que un padre y una madre tienen en la felicidad de un hijo. Por muy rebelde que sea, siempre buscará ser entendido por ellos y si está dando ese importante paso es porque no quiere dejar fuera a sus padres de una parte muy importante de su identidad.

Precisamente por eso, los padres pueden convertir ese momento difícil en una estupenda manera de ampliar la comunicación con su hijo en una época tan difícil como la adolescencia o la adultez temprana. Mostrando su amor y valorando algo que muchas veces se olvida: que los niños tienen que ser educados por sus papás, pero los hijitos son también una gran fuente de aprendizaje para los padres, pues son el vínculo más directo con un mundo que cambia cada vez más deprisa. ¡Esa es la magia de la familia!

Además, cuando un adolescente confiesa la homosexualidad a sus padres espera ser aceptado, pero también es consciente de que tiene que dejar tiempo para que eso suceda. Al fin y al cabo, a uno mismo le cuesta años superar sus propios prejuicios y definirse, por lo que cuenta con que no puede exigir una reacción inmediata en alguien de una generación anterior.

Así, aunque mi madre lloró y mi padre me hizo preguntas poco afortunadas, confieso que uno de mis recuerdos más preciados fue cuando, en la Navidad posterior a la confesión, mi papá le regaló a mi mamá un libro sobre la homosexualidad a lo largo de la historia. Y no hay nada que haga sentir más amado que ver que tus padres están dispuestos a cambiar su manera de pensar en pos del amor que te profesan como hijo.

Imágenes vía Corbis