
Una joven neoyorquina decidió que una mancha de nacimiento en su mentón no impediría su sueño de convertirse en actriz y modelo. Tras años de lucha, horas de maquillaje y dos operaciones con láser que le costaron 15.000 dólares y no aclararon su piel, tomó una decisión liberadora a los 24 años: creer en la belleza imperfecta y posar al natural. ¿Quieres saber su historia?
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Imagen vía Celina Leroy/Instagram
Una niña feliz

Desde el primer día de su vida tuvo que convivir con una mancha de nacimiento que le ocupaba toda la barbilla. Sus padres le sometieron a la primera operación con tan solo un año, pero Celina fue una niña feliz sin plantearse la diferencia que acabaría marcando su vida. Con un padre actor y una madrastra cantante, ella sabía que quería dedicarse el mundo del espectáculo. ¡Ahí la tienes vestida de sevillana!
Le encantaba disfrazarse

Sin embargo, aunque su infancia en Brooklyn era feliz, se daba cuenta de que los niños se empezaban a reír de ella en el colegio y que cuando se disfrazaba y usaba maquillaje se sentía más aceptada, más "normal".
Llega la pubertad

Celina iba creciendo y su mancha cada vez entorpecía más su autoestima. Intentaba lucirla con naturalidad pero eso minaba su seguridad.
Y lo que es peor: la adolescencia

En esta época tan complicada para cualquier persona, Celina se sintió especialmente descontenta con su apariencia física y empezó a asumir que, para cumplir sus sueños, tendría que ocultar parte de su cara.
Una rutina diaria

Esta escena ha sido una de las más recurrentes en la vida de Celina Leroy: la de tratar de ocultar mediante maquillaje y, posteriormente, desmaquillar su mancha de nacimiento.
¿Cómo sobrevivir a la era de la imagen?

En una época en la que la juventud no entiende la vida sin compartir sus fotos en Facebook, Twitter o Instagram, Celina se convirtió en una experta en mostrarse sin mostrarse: una cerveza, un mechón de pelo… Siempre aparecía algo no por casualidad ocultando su mentón.
Aun así decide ser actriz y modelo

Aunque los comienzos, claro, fueron duros y no encontró trabajo tan pronto.
Agradecida al maquillaje profesional y al Photoshop

Celina Leroy empezó a tomar confianza en si misma gracias a que, en el mundo de la moda, podían corregir todos sus defectos y hacerla lucir verderamente hermosa.
Toda una actriz

Graduada en Artes, en 2010 debutó en el mundo del cine con Dirty Old Town, en la que también aparecía su padre, Billy Leroy. Una prometedora carrera se abría ante ella.
Maquillada como una más

Lo bueno del mundo del espectáculo para Celina fue que, más allá del mentón, tenía que llevar maquillaje también en el resto de su cara como uno de los gajes del oficio.
Llegó el momento de tomar una decisión

A pesar de que su vida profesional iba perfectamente, Celina se dio cuenta de que, de alguna manera, se estaba traicionando a sí misma y al rostro que cada día encontraba al llegar a casa y quitarse todo el maquillaje.
Un vídeo impactante

Harta de tener que sucumbir a los gustos generales, decidió mostrar al mundo lo que llevaba veinte años tratando de ocultar. Encontrar su belleza en la diferencia. Y colgó este vídeo en Instagram en el que aparecía furiosa desmaquillándose.
Modelo sin miedo a nada

Se dio cuenta de que, mostrando seguridad, podía seguir siendo una belleza integrando sus defectos: una modelo especial cuyo caso ha ocupado titulares en la prensa.
Feliz de nuevo al natural

Por fin vuelve al estado de naturalidad y aceptación de cuando era niña, capaz de sonreír y disfrutar y ser no solo modelo estético, sino también referente inspiracional.