"En este tiempo aprendí… que el presente es el obsequio más valioso de la vida, la abundancia es la materia prima del universo y la carencia es el lujo de los dormidos". Poético, ¿no crees? En ocasiones, cuando mis pacientes están instaladas en el pasado, les leo esta frase de Guillermo Ferrara. Aquí te cuento ocho desventajas de quedarte en lo que fue.
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Imagen vía Corbis
Reafirmas el resentimiento
Cuando de emociones destructivas se trata, sería ideal recordar el pasado solo en imágenes, y no en sensaciones y emociones. Desafortunadamente, cuando resientes, hay una tendencia a revivir lo que ya pasó en todas sus dimensiones. Acepta el pasado y, si no puedes hacerlo sola, busca ayuda.
Te puedes instalar en el arrepentimiento
Cuestionarte qué hubiera pasado, es infructuoso. Lo que hiciste o dejaste de hacer es parte de una realidad que necesitas asumir, ya que forma parte de tu historia. Culparte en tus recuerdos es una salida muy fácil para distraerte de tu responsabilidad de construir tu presente.
Te estacionas y no evolucionas
No evites la madurez por miedo a la vejez, pues en esta vida nada es permanente. Además, cada ciclo te alimenta de formas maravillosas. Acepta el pasar del tiempo, y fluye con ello. Date la oportunidad de crecer, y pon en práctica tu sabiduría.
No disfrutas el momento
Observa a tu alrededor, concéntrate en tu respiración, vive este momento y conéctate, disfrútalo, y saboréalo. Date cuenta que cada minuto no será igual al que sigue; cada momento es único. Vívelo con conciencia, aquí y ahora.
Te das significado desde lo que fuiste y no desde lo que eres
Cuando tu mente está en el pasado, congelas las ideas, imágenes y sensaciones con respecto a ti y a tu entorno. Por lo tanto, sigues sintiendo y viviendo como lo que ya no eres. Tú eres quien eres hoy, no lo olvides.
Cierras la puerta a lo que sigue
Aceptar las vivencias y experiencias pasadas como una escuela que te dio conocimiento y sabiduría, abre la puerta a nuevos retos. Transforma y mantén vigente la mejor versión de ti misma. Si pierdes la capacidad de sonreír es porque quisiste elegir ese camino, pero tienes más opciones. ¡Úsalas!
Te puedes llenar de amargura
La queja ante las experiencias que se vivieron es mucho más cómoda que encontrar las soluciones para superarlas. Puedes acostumbrarte a perderle sentido a tu vida si no te pones las pilas y recuperas tu felicidad. Tu plenitud es solo responsabilidad tuya.
Puedes vivir con una coraza permanente
Un aparente fracaso del pasado puede llevarte a tener armaduras innecesarias que te impiden vivir plenamente tu presente. Incluso, podrías estar más preocupada por evitar el dolor, que por buscar tu plenitud. Concéntrate en tu vida presente, aquí y ahora. No tienes nada de qué defenderte.