10 Cosas que pasan cuando los latinos vemos el fútbol

En estos días, en mi casa se come, respira, sueña fútbol. Entre el Mundial femenino, la Copa América y la Copa Gold, no hay un día en el que no haya debate entre mis hombres (tengo dos varones) y sus amigos. Tanto, que no me sorprendería si un día en la mañana se despiertan y en vez de iris tienen la pelota. Como te imaginarás, cada vez que hay un partido importante hay tremenda fiesta y todos pierden la cabeza. Ya te puedes suponer lo que pasa. Bueno, quizá no. Tenemos amigos caribeños y estadounidenses que han quedado medio traumatizados. Veamos si lo que sucede en mi casa es lo mismo que en la tuya durante un juego de fútbol.

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Se ve mejor en grupo

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Así sean fanáticos del equipo contrario, es raro ver a un latino viendo fútbol solos. La emoción, la desesperación y las celebraciones siempre son mejores en equipo.

No tiene sexo

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Hasta las damas más rancias pierden el glamour cuando hay que gritar un gol o protestar por una injusticia del árbitro. O, incluso mejor, admirar los talentos de los jugadores más guapos.

Nada es excesivo

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Caras pintadas, camisetas de la suerte, objetos de cábala, trajes típicos, comidas especiales. Nada es poco para demostrar el amor por la camiseta de tu club o selección.

Lo goza toda la familia

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Desde la barriga se le enseña a los bebés a adorar al equipo de los amores de los padres. Conozco a parejas que se han quitado el habla, porque convencieron al retoño a hinchar por el club o selección contraria. En una fiesta de las nuestras para ver el fútbol, nadie puede contener los gritos para no despertar a un recién nacido. La frase es: "Que se vaya acostumbrando".

Se siente la máxima alegría

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Hombres grandes, hasta aquellos que se la dan de súper serios, lloran de la emoción. Recién conocidos y hasta enemigos se abrazan ante un gol o una proeza del equipo de casa. Es un desborde de alegría inigualable.

Se sufre horrible

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Lo que los hinchas del fútbol sufren es indescriptible. Un error de un jugador favorito duele en el alma, pero nada como una derrota ante el archirrival. Es una depresión que puede durar días. Las fiestas de fútbol que terminan con una derrota pueden ser terriblemente tristes.

Promueve la unión familiar

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Familia que mira fútbol unida, permanece unida. Ese es el lema de muchos latinos que hacen del deporte una tradición. Pero además es una manera de mantener vida nuestra cultura. Se comentan con los amigos y familiares lo que pasa, así estén en otros países. No es de sorprender ver una computadora prendida o los celulares a mil.

Todos por TeamUSA

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La pasión por el equipo de Estados Unidos sorprende a todos, pero el lema que hemos adoptado los latinos es que  Team USA es el equipo de todos. Si ninguno de los nuestros juega, e incluso cuando lo hacen, los hispanos hichamos porque a los de nuestro país adoptado le vaya bien.

Toda la locura del mundo

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Ser amante del fútbol es equivalente a padecer de vez en cuando una especie de locura colectiva, en la que todo vale. Hay gente tan supersticiosa (entre las que incluyo a mi marido) que encuentran que ponerse una máscara de caballo puede dar suerte, o sentarse siempre en el mismo sitio, o escucharlo en cierto idioma, aunque siempre debe ser narrado con gran emoción.

Todo por el fútbol

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Pero latino o no, amante del deporte o no, no hay como ver un partido de fútbol con fanáticos de verdad. Es como subirse a una montaña rusa de esas gigantes, con caídas dramáticas, tirabuzones de espanto y una subida de adrenalina que, si hay una victoria, te durará por días.