Todo lo que tiene que ver con espíritus me gusta ¡pero me asusta!, así como dice la canción de Ana Barbara. Ahora hay un jueguito demoniaco, llamado el #CharlieCharlieChallenge, que está muy de moda entre los jóvenes y que al ver las imágenes, me pone la piel de gallina. No entiendo por qué a los chavos les gusta meterse en líos gratis, y lo digo porque algunos jóvenes que han intentado jugar la famosa ouija casera, se están llevando tremendo susto. A muchos de ellos les ha contestado el famoso demonio mexicano Charlie. ¿Y quién carambas es ese?
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Todo comenzó con una de esas famosas tendencias de las redes sociales, donde la idea es crear una ouija con un papel y dos lápices. Con este #CharlieCharlieChallege, no vas a creer que nos echan la culpa a nosotros los mexicanos de tener demonios escondidos, porque según dicen, ese famoso Carlitos es un espíritu de origen mexicano. ¡Ay Dios! ¿De cuándo acá los demonios tienen nacionalidad?
Bueno pues, Carlitos está asustando a cientos de jóvenes que se han puesto a retar su suerte con el más allá. Mira que solo ha llegado a mover los lápices que ponen en cruz. Ahora, no quiero imaginar lo que pasaría si empezara a cantarles una ranchera. ¡Se mueren!
El jueguito es simple: En un papel se escribe la sílaba sí de un lado y del otro, la sílaba no; en el medio se ponen dos lápices en forma de cruz y entonces se hace la pregunta: Charlie, Charlie ¿podemos jugar? En algunos casos, los lápices se mueven hacia la respuesta y cuando eso sucede ¡patitas para que las quiero!
Los supuesto valientes jugadores salen despavoridos mira:
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Yo pienso que esto tiene que tener alguna explicación científica. Algunos dicen que por la posición de los lápices tarde que temprano se tienen que mover y es ahí que confunden una reaccion lógica a una reacción diabólica.
¿Tú te animarías a jugar con Carlos o debería decir con Charlie? Yo prefiero quedarme con las ganas, porque en una de esas yo también termino en el suelo del susto o de la risa.
Imagen vía Thinkstock