¿Qué es lo peor que puede pasar el día de una boda? ¿Que el novio no aparezca? ¿Que el novio de emborrache? ¿Que caiga un aguacero, se vuelen los toldos y se empantane el césped? ¿Que en plena ceremonia alguien se oponga al casorio y dé razones de peso para suspender el matrimonio? ¿Que una discusión entre los invitados termine a golpes? No es que sea ave de mal agüero, pero es que se han visto casos. Y, si no, fíjate en esta pareja de recién casados a quienes unos invitados les robaron el protagonismo el día de su boda, cuando un hombre se arrodilló y le pidió matrimonio a su novia ¡en plena fiesta! La verdad es que eso no se hace.
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Mira las fotos para que veas las cosas más horribles que pueden arruinar la más planificada de las bodas.
Imagen vía Thinkstock
¡Lluvia!
No importa que tu boda sea en un salón de fiestas. Si cae en aguacero es inevitable que tu vestido, peinado e incluso “orden” de la ceremonia, no sufran antes, durante o después de haber dado el “sí”.
Solución
No te amargues y recibe la lluvia como una bendición. Eso sí, antes del gran día, asegúrate de que haya muchos paraguas disponibles para ti, tu novio y los asistentes.
Cortejo incompleto
Una de tus damas de honor, o caballeros de honor, no llegó a tiempo para la ceremonia, o sencillamente NO llegó.
Solución
Al mal tiempo, buena cara. Designa a la afortunada que irá del brazo de dos galanes, o al afortunado que entrará flanqueado por dos lindas damiselas.
Se te olvidaron los votos
A mí me pasó. Así que no estás sola. No es el fin del mundo.
Solución
Más vale prevenir que lamentar. Asegúrate de que la madrina y padrino de la boda tengan cada uno una copia de los votos matrimoniales tuyos y de tu novio. Pero si no los tienes, dile a tu amor que lo amas y que lo amarás siempre con todo y sus olvidos, como esperas que él te ame a ti con todos tus olvidos.
Invitados inesperados
Algunos de tus invitados trajeron amigos o familiares que no estaban en la lista de confirmados.
Solución
No dejes que la improvisación de amargue el gran día. Si tienes un wedding planner notifícale la situación de inmediato. Por lo general deben calcular un poco más de todo y además ten en cuenta que no todos los invitados confirmados aparecen. En todo caso, disfruta tu día y haz que todos se sientan bienvenidos.
Flores marchitas
Te gastaste una fortuna en arreglos florales, incluyendo tu bouquet, los corsages del cortejo, la decoración y resulta que con el calorón a la media hora ya están marchitas.
Solución
ANTES de la boda que tu florista te aconseje cuáles son las flores más duraderas. DURANTE la celebración, evita que a las flores queden expuestas al sol, viento, etc. Por último, ten presente que la belleza de las flores es efímera y no te amargues.
Niños mal portados
Que los niños tengan tuxedos y las niñas vestidos de seda no es garantía de que se vayan a portar de acuerdo con la ocasión. Pueden no querer caminar ordenadamente, o simplemente armar una pataleta.
Solución
Si no caminan hacia el altar ordenadamente, disfruta el momento. Para el caso de pataletas, es bueno tener a mano tías, primas y amigas que puedan hacer de niñeras, y “desaparecerlos” mientras se calman. Y en última instancia una solución es tener un área de la fiesta designada para que puedan jugar y divertirse (y comer nuggets de pollo y mac and cheese).
Discurso inapropiado
Al padrino de honor se lo olvidó la formalidad de la ceremonia y durante su discurso hace chistes inapropiados y bromas de mal gusto.
Solución
Ten prevenido a tu hermano, a tu padrino de bautizo, a un primo o a tu mejor amigo, para que con la rapidez del caso alce la copa y proponga un brindis a la salud de los novios.
Solución
Ten sandalias de playa de las más baratas, en todas las tallas (los colores dependerán de cómo lo planees) para que después de que hayan tomado las fotos oficiales, tú, la madrina, las damas del cortejo, tu mamá, tu suegras y TODAS las asistentes puedan disfrutar de la fiesta y bailar hasta que quieran.
No aguantas los zapatos
Después de la ceremonia, no has comenzado a bailar cuando ya te duelen los pies y te da pena “arruinar” tu atuendo nupcial. No te preocupes que así como tu, están todas las mujeres de la fiesta.
Se te descosió el vestido
Sucede, sucede, y créeme: hasta en las mejores familias.
Solución
Antes de la boda, asegúrate de que tu mamá o tu madrina de honor tengan a mano un costurero: una cajita con tijeras, aguja, hilo blanco, velcro. No hay emergencia que no tenga solución.
Se te arruinó el vestido
Se te derramó una copa de vino tinto o de sangría en tu vestido, o se te manchó con alguna salsa y te ves sucia y descuidada.
Solución
No te amargues que igual ese vestido no te lo vas a volver a poner. ANTES de la boda, asegúrate de tener a mano un vestido cómodo, blanco, divertido, al que puedas echar mano en caso de que los daños a tu vestido de novia no puedan ser reparados en la misma fiesta.
Invitados que se van de las manos
No, no estoy exagerando. Pasa hasta en las mejores familias. Ya sabes: el estrés, los tragos demás, y un simple argumento se convierte en una acalorada discusión y hay dos que se van de las manos.
Solución
Antes de la boda (y de que las sillas comiencen a volar por los aires) designa una comisión de “seguridad y orden” que al tu levantar una ceja o un dedo, se encargue de llevarse a los peleones donde nadie pueda verlos.
Chofer borracho
No me mires con esa cara que se han visto casos. Si te das cuenta de que el chofer de la limo ha estado tomando o que el Rolls Royce que alquilaron sufrió un desperfecto mecánico, no te amargues.
Solución
No hay nada que una llamada a Uber, el servicio de autos con chofer operado por miles de conductores en todo el país, no pueda resolver.