Confieso que he llorado como una magdalena con esta historia. De solo imaginarme que a una mujer le arranquen a su hijo que acaba de parir, me conmueve pensar en este dolor, el más grande que puede experimentar una madre. Y lo peor es que todo pasó con propósitos delictivos. Travis Tolliver viajó desde Washington a Chile para abrazar a su madre, después de una larga y triste separación de 41 años. Pero sigue leyendo te contaré más sobre esta increíble historia.
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Cuando vi el video, en que ambos madre e hijo de abrazan intensamente luego de cuatro décadas de separación, no pude evitar desbordar el llanto. ¿Cómo puede haber en el mundo gente tan desalmada capaz de separar a un bebé recién nacido del lado de su madre?
La madre, Nelly Reyes, hoy de 61 años, vive en Chile y nunca perdió la esperanza de poder abrazar a su hijo, a pesar de que le mintieron en el hospital: Solo horas después de dar a luz, le dijeron que su pequeño había fallecido. Pero algo le decía que su hijo estaba vivo.
Hace poco, ambos se reencontraron en el Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez de Santiago. Fue un abrazo intenso y lleno de fuertes emociones para ambos, con el detalle de que ella no habla inglés y él no habla español. Tolliver, el hijo de Nelly, fue criado en el estado de Washington; sus padres y hermanos son rubios de ojos azules. Él dice que siempre se sintió diferente puesto que físicamente era distinto a su familia adoptiva.
Tolliver cuenta que desde que tenía unos 20 años, comenzó a investigar para dar con el paradero de su madre biológica. Pero no fue sino hasta sus 41 años cuando lo logró. Nelly Reyes lloró todo un río por la ausencia de su hijo. Todo el cariño y los abrazos que quiso darle a su pequeño quedaron suspendidos en el tiempo, gracias a la maldad de algunos. Sus vidas fueron alteradas para siempre. El tiempo no se puede devolver y el cariño que no recibiste cuando niño, no admite reembolsos, así de simple.
A sus padres americanos adoptivos les dijeron que había sido abandonado. Fue criado con amor, aunque en un hogar que no era el que le correspondía. Hoy, madre e hijo dicen que parecen estar viviendo un sueño. Él se ha tomado un tiempo para conocer a sus cuatro hermanos chilenos y su madre se desvive en atenciones hacia él. Esta nueva familia intentará iniciar una relación truncada de manera cruel por el destino.
Cuando Chile estaba bajo dictadura, ocurrieron cientos de casos como el de Tolliver. Fueron tantos los desaparecidos de esta manera que los llamaron "Los niños del silencio" porque nunca se hablaba de ellos. Al menos Tolliver pudo romper el silencio y conocer a su madre. Ojalá otros también puedan lograrlo. Deseo con todo mi corazón que madre e hijo puedan recuperar el tiempo perdido. Y aunque no hablan la misma lengua, el lenguaje del amor es universal.
Mira aquí el video del reencuentro y te aseguro que llorarás como yo:
Imagen vía Corbis