Cuando pensabas que no podrían existir más padecimientos insólitos, sale a la luz el caso de la joven Alexandra Allen, de 17 años. Resulta que la pobre niña sufre de "urticaria acuática", una enfermedad que, literalmente, le quema la piel al contacto con el agua. Se dice que sólo hay 35 personas con eso en el mundo. ¡Dios mío! Su historia te dejará con lágrimas en los ojos…
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Te juro que se rompió el corazón al conocer el caso de Alexandra. La adolescente lleva una cruz muy fuerte a pesar de su corta edad. Y es que, curiosamente, no puede bañarse, ya que se le inflama la piel de tal manera que parece que la estuvieran quemando viva. La afección no es común y solamente afecta a un porcentaje mínimo. Bendición o no, es un dolor grande que esta niña brillé en las noticias por los motivos equivocados.
La urticaria acuática no tiene solución. De hecho, Alexandra tiene que ducharse en menos de dos minutos con agua fría, de lo contrario la piel comienza a hincharte, brotarse y terminar con quemaduras profundas. A los 15 años fue diagnosticada con el síndrome y, desde allí, Allen cuenta que trata de evitar el agua a toda costa, incluso la lluvia. "No lo vale. Ese dolor es horrible", explica. Para apaciguar los dolores, la joven se mantiene en ambientes fríos para evitar sudar, pues eso también le hace daño. Muchos doctores afirman que aunque es posible que sí sea alérgica, seguramente se empeora con los químicos y minerales que contienen en el agua de su ciudad.
No me imagino lo que ha tenido que pasar esta chica. Pero como ella lo dice, ha corrido con suerte de tener esa enfermedad y no otras peores. Es cierto eso que Dios pone pruebas a quien pueden superarlas y no me queda duda que Alexandra lo superará sin problemas.
Imagen vía iStock, Daily Mail