Sin duda, a veces no sabes si los milagros ocurren de la mano de Dios o de la mano de los médicos. Te lo digo porque la historia de este angelito, que llegó sin ninguna oportunidad, me hace pensar en lo valiosa que es la vida. En México, una mujer embarazada de seis meses de gestación, se vio envuelta en un terrible accidente donde murió al instante. Cuándo te enteres de lo que le pasó al bebé, te van a dar hasta escalofríos.
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Brenda Elizabeth Zamudio, tenía sólo 23 años de edad y estaba embarazada de su primer hijo. Para su mala suerte, la joven sufrió un accidente en carretera, muriendo en pleno impacto. Las autoridades decidieron llevarla al hospital más cercano pero, para Zamudio, ya era demasiado tarde.
Aunque Brenda ya había muerto, los médicos notaron que habían posibilidades de salvar al bebecito y le realizaron una cesárea post mortem. El niño no respiraba ni mostraba ninguna señal de vida pero los doctores no tiraron la toalla. Tras aplicar técnicas de reanimación, llegó el milagro más esperado y hermoso de la historia. El chiquito de apenas seis meses dio su primera bocanada de aire y comenzó a llorar… ¡Se me pone la piel de gallina al imaginarlo!
De acuerdo con los detalles, el bebé se encuentra en perfecto estado, sin embargo, tendrá que pasar varias semanas, quizás hasta meses, en incubadoras para fortalecer sus pulmones y órganos vitales. Nació huérfano, pero con la mano de Dios desde su llegada. Estoy segura que su mami lo bendecirá desde el cielo, porque él es su verdadero legado de vida.
Imagen vía Corbis
