El amor que una madre siente por sus hijos es tan fuerte que prácticamente la hace invencible. Podemos mover montañas y apreciar lo que es realmente importante en la vida como el amor y salud. Danielle Davis, estaba feliz esperando a su tercer hijo cuando un examen de rutina a las 21 semanas reveló que su pequeña bebé tenía un quiste en el cerebro. Tristemente, dicha malformación causó daños serios en el sistema cerebral y la niña nació sin ojos.
__Lee más en ¿Qué más?: Recién nacido sin nariz es un verdadero milagro
__
Aunque los doctores le sugirieron a Danielle que abortara, para ella el quiste no era una razón suficiente para sacar a la princesa de sus entrañas. Con el soporte de su pareja Andrew y de sus hijos Logan y Tyler, la mamá decidió continuar con el embarazo. Cuando la niña nació, Danielle recibió otra sorpresa, los doctores le dijeron que la pequeña Daisy había nacido sin ojos.
Daisy, nació con una condición muy rara e incurable, llamada anopthalmia. Dicha situación afecta a uno de diez mil embarazos y normalmente es causada por un quiste en el cerebro. Como madre admiro muchísimo la decisión de Danielle, quien escogió el amor ante todo. Aunque su princesa Daisy va a ser ciega toda su vida, la pequeña cuenta con el amor y el apoyo de su familia. Danielle está decidida a hacer feliz a su hija y darle todas las oportunidades que ella se merece.
Decidí compartir la historia de Danielle con mis hijas para que entiendan lo insignificante que es la apariencia física. Para mis niñas Daisy es una bebé hermosa porque está rodeada de mucho amor. Danielle dice que no tiene ningún tipo de remordimientos. Al contrario, está feliz con la decisión de haber continuado con su embarazo porque hoy en día tiene a una hermosa princesa en su brazos.
Imagen vía iStock
