Marie Delanote, una mamá de tres esperando su cuarto bebé se llevó el gran susto de su vida un día común y corriente. Marie sintió que se mojó un poco y fue al baño cuando de repente vio la cabecita de su bebé asomada. A la mamá todavía le faltaban 17 semanas para completar su término y jamás y nunca se imaginó que iba a dar a luz a su bebé prematuramente.
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La mamá de tres cuenta que se había estado muy enferma unas cuantas semanas antes de dar a luz. A las 22 semanas de gestación, la mamá estaba sufriendo con una infección en la garganta producida por la bacteria comúnmente conocida como el estreptococo. Como la mamá se sentía tan mal, ella fue al hospital y cuando estaba en la habitación sintió que tenía que ir al baño. Afortunadamente vio la cabecita de la bebé entre las piernas y presionó el botón de emergencia.
Las enfermeras la ayudaron a dar a luz en el baño y ella dijo que no sintió nada porque la bebé era muy pequeña. Marie cuenta su retoño era del tamaño de su mano y temía por su vida. Los doctores especializados en neonatología le administraron medicamentos a la recién nacida para ayudarla a desarrollar los pulmones y demás órganos internos. La bebé únicamente pesaba una libra.
Me imagino el pánico que Marie debió de haber sentido en ese momento cuando vio a su bebé entre las piernas. De no haber sido por la rapidez de Marie su bebita hubiera caído en el inodoro. ¡Qué miedo! La niña nació con el estreptococo, pero gracias al cuidado y la dedicación de los médicos, la niña superó todos sus problemas.
Esta historia tiene un final feliz ya que después de haber estado cuatro meses en el hospital, la pequeña Eloise fue a la casa a compartir su vida con sus hermanos mayores. Hoy la pequeña Eloise tiene dos años, es una niña normal, feliz y es un milagro viviente. Marie escribió la historia de su bebita de una libra en un libro y se ha convertido en una experta en la sanación.
Imágenes via iStock, Marie Delanote / Facebook