Esta es la historia más triste que he conocido empezando el Año 2015. El caso de Kathy Taylor, una madre de Utah, de 34 años, quien fue diagnosticada con melanoma, un tipo agresivo de cáncer de piel, cuando ella estaba embarazada de su sexto hijo, logró acaparar la atención nacional. Ella, y su esposo Nathan Taylor se mantuvieron muy unidos para enfrentar la enfermedad y especialmente para mantener el buen ánimo frente a sus cinco pequeños hijos. Pero ella rehusó someterse al tratamiento contra el cáncer para no hacerle daño al bebé (por nacer) y ahora ha ocurrido lo que los médicos temían. Sigue leyendo y conoce todos los detalles.
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Kathy demostró un amor fuera de serie por sus hijos, y prácticamente estuvo dispuesta a 'entregar' su vida, a cambio de salvar la del pequeño Lucas, pero la providencia tenía otros planes. Ella prolongó el embarazo lo más que pudo, pero debido a su condición, el parto fue adelantado. Y el pequeño Lucas, nació prematuro, con 14 semanas de antelación. Y tristemente, murió dos semanas después debido a una infección, según publica el Daily Mail.
Lamentablemente, para la familia Taylor, el melanoma es uno de los tipos de cáncer más agresivos y con menos probabilidad de supervivencia. Ella había sido diagnosticada con la terrible enfermedad en agosto pasado. Y falleció el último día del 2014.
Su hígado empezó a fallar, y el cáncer se propagó rápidamente, en todos sus órganos. Su esposo Nathan esstaba desconsolado, él sabía cuál sería el desenlace puesto que los médicos le habían advertido, pero somos humanos, y frente a este tipo de situaciones, siempre esperamos que ocurra un milagro.
Nathan hacía largas vigilias junto a Kathy. "Yo me había quedado dormido, y cuando desperté, ya había ocurrido el adiós", dijo él con profundo dolor. Ahora el viudo tendrá que encontrar consuelo y fortaleza para seguir la crianza de sus cinco hijos.
La historia de Kathy Taylor, es realmente conmovedora. Y nos muestra que una mujer es capaz de hacer grandes sacrificios, incluso entregar su propia vida, con tal de proteger a sus pequeños. Sus hijos, aunque huérfanos, tendrán en la historia de su heroica madre, una verdadera inspiración para toda la vida. ¡Descansa en paz, valiente Kathy!
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