Joven pierde casi 200 libras y se convierte en todo un galán

Es verdad que el peso influye no solo en la parte física, sino en el aspecto emocional y psicológico de las personas. Conocer la historia de Chad, un joven en sus treintas quien perdió casi 200 libras en tiempo récord, es el propio ejemplo de superación personal.

Con mucha fuerza de voluntad y el propósito de convertirse en una persona saludable, Chad consiguió ajustarse a pequeños, pero significativos cambios en su alimentación y rutina diaria. El muchacho logró el cuerpazo que añoraba y definitivamente, le cambió la vida para mejor. ¡Inspírate con sus anécdotas! 

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Chad cuenta que todo comenzó durante unas vaciones familiares a Florida. Sus días de asueto se convirtieron en una tortura, mientras sentía remordimiento al tener que exhibir su excesiva gordura. "Eso iba a parar de una manera u otra, o me moría o empezaba por tomar control de mi sobrepeso", comentó el joven según narra el Huffington Post.  

El joven de 31 años achaca su problema de obesidad al estilo de vida sedentario que llevaba. Poco ejercicio combinado con el abuso de sus comidas favoritas, durante varios años consecutivos, parecía convertirse en una fórmula fatal. Con decirte que llegó a pesar 380 libras, y cuesta creer el cambio radical que dio en apenas año y medio.

¿Cómo fue capaz de hacerlo? Primeramente tomando conciencia de que su salud iba por un camino empedrado, cuesta arriba y peligroso. Una vez que se decidió a dar el cambio, tomó las acciones que consideró pertinentes. Primeramente, bajó una aplicación a su computador, que le ayudaba a saber cuántas calorías contenía cada bocado que comería. Poniéndose un límite diario que no se permitía exceder y si alguna vez lo hacía, al día siguiente se volvía aún más riguroso con su alimentación.

No era pasar hambre sino medir adecuadamente las porciones que pondría en su plato. El segundo gran secreto, fue sustituir alimentos que suelen engordar como aderezos y salsas, por otros más ligeros y nutritivos. Chad adoraba los vegetales y se valió de ellos, solo que reduciendo la sal, los aceites y cambiando el pan o soda por las opciones dietéticas que se encuentran en los dispensarios de alimentos.

Las carnes consistían regularmente en pollo a la plancha y algo de pavo. En el caso de las pastas, optó por eliminar el queso y las salsas muy cargadas de ingredientes suculentos, para centrarse en poca cantidad de aceite y algunas especias que le dieran un sabor agradable. Los dulces no eran un problema para él y los chips los compraba integrales. De esta manera y poco a poco, pudo ver un cambio de 180 grados en su figura, el cual redundó en jornadas de mayor actividad física y menos complejos ¡casi 200 libras menos por el pecho!

Su meta de adelgazar aún no concluye, como afirma el propio Chad. "Pienso continuar rebajando. Cuánto más dependerá de cómo me sienta. Me estoy tomando las cosas poco a poco, un día a la vez", reflexionó, admitiendo que es un cambio muy positivo y que a pesar de los días difíciles, ha valido la pena el esfuerzo. ¡Todo cambio físico a favor de uno mismo siempre tendrá sus recompensas!

Imágenes vía Huffington Post