El destino tiene unas jugarretas a veces sumamente difíciles de entender. De acuerdo a Pei Xia Chen, la viuda de Wenjian Liu, el agente de policía de Nueva York de 32 años, recientemente asesinado, su marido no tenía guardia el día en que partió de este mundo.
El encuentro de la afligida mujer, con los medios de comunicación sucedió este lunes, a las afueras de su apartamento en Brooklyn. La señora Chen reveló aspectos desconocidos del héroe que apenas en septiembre se convirtió en su esposo, hasta que la muerte los separara. Literalmente fue así y lo más lamentable es que su pareja ya no está por una razón casi absurda ¡Conoce su historia de amor y dolor!
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Sentir el pesar ajeno en las entrañas es algo inevitable cuando me topo con historias como ésta. La comunidad neoyorquina también se ha solidarizado con los dos agentes de la NYPD, quienes resultaron asesinados por los disparos propinados por un criminal de nombre Ismaaiyl Brinsley. Disfrutaban de su almuerzo dentro de una patrulla cuando fueron alcanzados por las balas. Las víctimas fatales son los oficiales Rafael Ramos, un hombre de origen latino de 40 años, y el oriundo de China Wenjian Liu.
La muerte no discrimina y a raíz del lamentable suceso, ambas familias decidieron unir fuerzas para sobrellevar esta tempestad. La viuda de Liu les dedicó unas sentidas palabras a quienes como ella, enfrentan el dolor de perder a un ser querido. "Este es un tiempo difícil para nuestras familias, pero aún permanecemos juntos porque atravesamos esto juntos", reveló la mujer de origen asiático de acuerdo a DailyMail.
Desde los 12 años, su esposo se había trasladado con su familia a Estados Unidos en busca de un porvenir prometedor. El agente se había graduado de contabilidad en el Collegue de Staten Island. Lo que seguramente jamás imaginó es que en las mismas calles que lo vieron crecer, se encontraría de frente y para siempre con la cara de la tragedia
Fue en 2007 cuando ingresó a las filas de la Policía de Nueva York. "Su deseo era proveer a su actual y creciente familia", reveló Chen, quien al momento de su aparición pública se encontraba rodeada de varios de sus allegados. Lo más difícil de asimilar es que por buen samaritano, el oficial Liu se encontraba en el lugar equivocado, en el momento más injusto, pues de acuerdo a su señora: "no le correspondía trabajar ese día". Simplemente, respondió a un llamado de sus superiores porque un compañero había llegado tarde y decidió laboral tiempo extra.
Recuerdo casos de personas que estuvieron fortuitamente en las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001, durante el ataque terrorista y me invade la misma sensación de desasosiego. Siempre cabe preguntarse por qué a ellos, a quienes aparentemente no les tocaba. Me descorazona aún más enterarme que el oficial Ramos estaba a pocas horas de graduarse como capellán, junto a otras 144 personas. Llevaba dos años sirviendo en la NYPD, era padre de dos hijos y al igual que su compañero, deja un enorme vacío con su ausencia.
No quisiera finalizar este relato sin enviar todo el consuelo a sus familiares, solidaridad con la señora Chen y reconocer que con la partida de estos dos héroes, se fue un pedazo de todos y cada uno de los que amamos la ciudad de Nueva York, como residentes o traunseúntes y sobre todo, como ciudadanos del mundo de paz que anhelamos.
Imágenes vía Thinkstock, NBC News
