Kelly Guy perdió 80 libras de la manera más asombrosa. Luego de pasar años y años luchando, ella decidió cerrar un capítulo al darse cuenta de las verdaderas razones por las que aumentó de peso. Su historia es increíble pero aún más, su motivación para seguir adelante. ¡Te sentirás identificada!
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El relato de Kelly Guy bien podría ser tu historia o la mía. La mujer de 37 años perdió, casi mágicamente, 80 libras al darse cuenta que era una comedora emocional. Según Kelly, ella comía si estaba feliz, triste, desanimada o emocionada, llevándola a ganar más del doble de su peso en unos cuantos años. Guy cuenta que desde niña sus hábitos alimenticios eran incontrolables y su dieta consistía de frituras y tocineta, típicas del sur del país.
¿Qué la hizo despertar? "Cuando me reuní con mis amigas del colegio, tomamos una foto y al recibirla, me di cuenta que me veía gigante… incluso más que la chica que tenía al lado con seis meses de embarazo", le dijo Kelly a Women's Health Magazine. Ese fue el "ya basta" de Kelly, quien empezó a enfocarse en sus emociones, en sentirse bien, más que en los bocados que se metía a la boca.
Historias como ésta me confirman que el único obstáculo es la mente y que, todo, todo, tiene éxito a largo plazo si comienzas poco a poco. Las claves para Kelly fueron simples. Fíjate, aunque no fue al gimnasio sino meses después, la chica "le entró" a la cocina creando platos saludables, controlando sus porciones y celebrando cada gramo perdido como si fuera una la más grande victoria. ¿Su consejo más importante? "Mira cada día como una oportunidad nueva". Levántate así hayas caído el día anterior, ¡verás que estarás más cerca de tu meta!
Imagen vía Corbis Images, No Thanks to Cake/Facebook (Cuenta del blog de Kelly)