Es una historia de amor la que hoy te quiero contar que estoy segura te hará derramar un par de lágrimas como me pasó a mí. Y en honor al Día de los Veteranos es más que oportuna. Un joven de 27 años que sirvió por 10 meses en Afghanistan le dio la sorpresa más hermosa a su esposa el día de su boda. A pesar de estar postrado en una silla de ruedas, para lograr su objetivo, muchos de sus amigos y familiares se hicieron cómplices y eso hace esta historia aún más valiosa.
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Joey Johnson tuvo un accidente de motocicleta que le dañó su espina dorsal y lo dejó paralítico de la cintura hacia abajo. Tenía pocos meses de haber conocido a su novia pero esto no mermó la relación, por el contrario, como te contaba al principio la pareja decidió casarse. Debes saber que el hecho de haber servido en la guerra hizo que Joey a su regreso tuviera la necesidad de experimentar alguna actividad que le produjera la misma adrenalina, sin pensar que más tarde le costaría muy caro.
A pesar del accidente, Michelle Johnson su entonces novia, decidió aceptar su propuesta de matrimonio pues aseguraba que seguía siendo el mismo novio cariñoso, divertido del que se enamoró. "Él tuvo que aprender una forma diferente de vida con su silla, aprender a ducharse, vestirse y tratar de funcionar todos los días. Pero nosotros somos almas gemelas ", aseguró Michelle en entrevista con ABC News. Nacieron el mismo día y compartían el mismo apellido ¡coincidencias de la vida!
La boda se realizó tal y como la planearon. De hecho la profesión de la novia es la organización de bodas, así que te imaginarás el ensueño de la suya. Lo que no sabía es que su futuro esposo también sabía planear sorpresas.
Prepárate que aquí viene la parte más conmovedora de esta historia. Después de cortar el pastel, la familia le pidió a Michelle que fuera a descansar unos minutos a la suite de los novios y cuando regreso al salón, su esposo estaba de pie, sostenido con un arnés fabricado entre él y sus amigos, para poder bailar con ella el primer baile como esposos. Dicen que fue tan conmovedor que el salón entero lloraba de la emoción y para Michelle volver a tenerlo de frente y mirarlo a los ojos entre sus brazos fue el mejor regalo de bodas.
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Imagen vía Thinkstock, Beautiful Occasions by Michelle/Facebook
