Esta historia te va a llenar de amor. Jade Kilburg es una adolescente de 17 años como cualquier otra por dentro, pero por fuera está en una silla de ruedas con medio cerebro muerto y no puede hablar. Jade nació con el citomegalovirus y sufrió un derrame cerebral que la dejó paralizada. A ella le encanta ir a la escuela y compartir con sus amigos y compañeros quienes mostraron todo el amor que le tienen al elegirla la reina del homecoming en Maquoketa High School, Iowa.
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Ese honor siempre ha estado reservado para la niña más popular del grado y el hecho que la escuela se lo haya otorgado a Jade habla muy bien de la personalidad de los estudiantes. Jade es la estudiante más querida y tiene muchísimos amigos. Aunque la adolescente no puede hablar, ella se comunica con los brazos, la cabeza y con su contagiosa risa. Una de sus amigas dijo que a Jade le encantan los muchachos, la música, bailar, el maquillaje y la ropa como a cualquiera. ¡Qué belleza!
Sus padres se sienten llenos de alegría al ver que los jóvenes ven a su hija con los mismos ojos que ellos siempre la han visto. Ellos sabían que Jade era aceptada por todos en la escuela pero que no sabían hasta qué punto. Para ellos este honor es lo mejor que les ha pasado y se sienten muy orgullosos y agradecidos. ¡Su hija está viviendo un cuento de hadas! Jade paseó en un carro convertible junto al rey Cale Gent mientras su público le tomaba fotos. El rey dijo que a Jade "le encanta bailar y dar vueltas en la silla de ruedas". ¡Qué hermosos son esos jóvenes!
Esta historia es digna de compartir y por seguridad se la voy a mostrar a mi hija adolescente. Muchas niñas se preocupan mucho por su apariencia física y pierden mucho tiempo en trivialidades. Me encanta el ejemplo que estos jóvenes le dieron a sus compañeros de generación y les agradezco que le hayan demostrado al mundo que hay cosas más importantes que el físico y la popularidad. Le deseo mucha suerte a Jade y a Cale durante su reinado y gracias por calentarme el corazón.
Imagen vía Corbis
