Con sólo 11 años de edad, éste niño fue capaz de dejar un legado que muchos no logran en toda una vida. Luchó incansablemente contra el cáncer y perdió la batalla, pero no sin antes pedir que se le cumpliera un último deseo. Decidió donar sus órganos para salvar la vida de otros niños. Su gesto fue honrado por un grupo de médicos en Xinjian, China y lo que hicieron ha despertado gran interés en el mundo entero.
Lee más en ¿Qué más?: Niño que participa en triatlón con su hermanito discapacitado ¡te tocará el corazón!
Liang Yaoyi sufría de un cáncer en el cerebro. Después de largos tratamientos, perdió la batalla, no sin antes asegurarse que podría ser de ayuda para otras víctimas del mismo mal.
Pidió a su madre donar su hígado y sus riñones y mira: su decisión motivó a sus doctores a realizar tres reverencias de respeto en su honor, frente a su cuerpo sin vida y frente a una madre desesperada.
Según la madre de Liang la decisión la tomó su hijo en los últimos minutos de vida, asegurándole que así sería otra manera de seguir viviendo. Lo reportó CCTV news.
"Hay muchas personas que hacen grandes cosas en el mundo. Ellos están muy bien y yo quiero ser un gran chico también".
Estas fueron las palabras de Liang a su madre en el lecho de su muerte, según el China Mail. Se sabía que era un gran estudiante y que además, le hubiese gustado convertirse en un gran médico para ayudar a otros niños en su misma situación, pero desafortunadamente todo quedó en sueños.
El deseo del pequeño Liang se pudo cumplir, pues sus órganos fueron rescatados en buenas condiciones y ahora podrán ser donados para salvar otras vidas.
El ejemplo de fortaleza y compasión de este niño me hace pensar que nosotros los adultos tenemos tiempo de inyectarle a nuestras vidas esos mismos sentimientos, sin necesidad de tocar fondo.
La compasión a nuestros semejantes no me parece una virtud sino una necesidad en estos tiempos que vivimos. La acción de amor de este angelito, será de fuerte y positivo impacto en la vida de otras familias y ojalá que leyendo su historia, también haga un cambio en nosotros. ¡Descánse en paz!
Imágenes vía Richard Jin, *Sandra Ortíz/*Twitter
