Cuando uno hace la lista de cosas que le gustaría hacer en vida, siempre se imagina que los padres van a estar allí acompañándolo en los momentos más importantes, como la graduación o la boda. Para Whitney Moore esto dejaría de ser una posibilidad en octubre de 2013, cuando su familia se enteró que a su padre, el señor David Moore le quedaban meses de vida debido a un cáncer de hígado en estado avanzado.
Anticipándose a la tragedia familiar, la joven hizo lo impensable y caminó vestida de novia del brazo de su padre, pero eso no fue lo más hermoso que ocurrió en junio de este año durante la ceremonia "nupcial" celebrada en Kentucky.
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¿Una boda sin novio? eso fue lo de menos para los Moore, quienes inspirados en un caso parecido al suyo decidieron vivir los momentos más felices juntos. Conscientes que para el día en que Whitney realmente llegue al altar su papá ya no estará con vida, decidió inmortalizar aquel momento ¡Como si en verdad se estuviera casando!
Aparte de recitarse cartas de amor que se habían escrito, padre e hija bailaron al son de la música vistiendo sus mejores galas. El tema "Daddy Dance With Me" (Papi baila conmigo) sirvió de fondo para aquellos instantes inolvidables.
Su hermano Logan, llevó los anillos ese día en que pretendieron burlar al destino anticipándose a lo peor. El papá le entregó un anillo a él y otro a la chica, que llevaba inscrito el sobrenombre "Sugar" como cariñosamente le llamaba. Las fotos son realmente emocionales y se ven demasiado felices ¡eso para mí es lo que cuenta!
Las palabras de la muchacha hacia su progenitor me hicieron llorar: "En el futuro puedo amar mucho a un hombre, y un día me casaré con él, pero déjame recordarte que independientemente de lo que pase, te amaré y serás siempre el mejor hombre que conozco. Te prometo que siempre seré tu niña" y es verdad que para nuestros padres somos niños eternamente.
Aunque parezca una escena sacada de una cinta de Hollywood, nada de esto estaba pensado, pero la terrible condición de salud del señor David les hizo recordar que la vida es efímera y cada minuto cuenta. El cáncer de hígado en estado IV lo sorprendió, aunque era una persona que no bebía alcohol, pero estas cosas pasan.
Después de la negación inicial con la enfermedad y hasta reproches a Dios porque le haya sucedido a su padre, la muchacha escogió aprovechar lo que le queda de vida y qué más emotivo que el día de su "boda" ¡Demasiado inspirador!
Ahora que cumplió el sueño de llevar a su hija al altar, don David se fue de pesca ayer con su pequeño Logan para compartir algo especial y único con él. Con tanto amor de sus hijos supongo que pasará de plano en paz.
Lo más enternecedor es que la joven podrá tener presente el recuerdo, así como las imágenes de su padre acompañándola durante uno de los días más significativos y soñados de toda su existencia.
Imágenes vía Emily Lauren/Facebook