Definitivamente ésta es una historia para hacernos llorar a todas, no sólo porque un niño de 8 añitos compitió en una triatlón sino también porque lo hizo empujando a su hermanito de 6 años con parálisis cerebral. Noah Aldrich no dejó que el cansancio ni el incesante calor de de Boise, Idaho lo venciera mientras corrió, nadó y montó la bicicleta con su hermanito muy cerca.
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Según la mamá, Alissa Aldrich, los dos hermanitos son los mejores amigos y son inseparables. Los dos pequeños hacen todo juntos y para Noah su hermanito Lucas es perfecto. Aunque Lucas nació con lisencefalia, una rara malformación cerebral, los dos niños tienen una niñez normal porque Noah se asegura que Lucas haga lo mismo que él hace. El síndrome de Lucas le impide caminar, hablar y comer por sí solo, pero a pesar de todas sus limitaciones, el niño es feliz y siente una emoción inmensa cada vez que ve a su hermano mayor.
Gracias a que la familia Aldrich no ha dejado que la condición de Lucas sea un límite para la diversion, cuando Noah oyó sobre la triatlón organizada por el YMCA, decidió participar de inmediato con su hermano. Noah nadó con Lucas amarrado a en un bote infalible. Durante la carrera, él empujó a Lucas en un coche y durante la montada de bicicleta, Lucas iba atrás en un carrito para bebés.
Me da tanta felicidad ver como este niño de 8 años le enseñó a su hermanito, y a todo el mundo, que las discapacidades no son excusas o una barreras para tener una vida normal. Lo único que hay que tener es la disposición y contar del amor y del soporte de los seres querido para lograr los objetivos.
Cuando Noah cruzó la meta con Lucas un trueno de aplausos lo recibió y el maestro de ceremonias dijo que había sido una presentación extraordinaria. Para mi Noah es un héroe y va a lograr muchas cosas en su vida porque tiene habilidad, disposición y un corazón gigante.
Imagen vía Lucas House/Facebook
