¿Quién no quisiera que en sus peores momentos llegara un superhéroe a salvarnos? No se trata de esos personajes de las películas, sino un hombre de carne y hueso. Eso le sucedió a Stephanie Headley, quien recibió la vista de un buen samaritano que se apersonó ocultando su identidad en la casa de esta mujer de 48 años, quien padece una enfermedad muy agresiva, llamada esclerodermia o esclerosis sistémica, la cual afecta la piel y los órganos endureciéndolos.
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Nuestra amiga tenía una única esperanza de mejorar su condición, pero era demasiado costosa para poder realizársela. Ni siquiera haciendo una colecta masiva, había alcanzado la cantidad de 125 mil dólares que le solicitaba un hospital de Chicago para ver luz en su problema. Hasta que este señor misterioso le dio todo lo que necesitaba ¡y mucho más! Al igual que yo te estarás preguntando de quién se trata.
El 3 de julio pasado un milagro tocaría a su puerta. Un hombre la llamó por teléfono y luego se presentó con un sombrero, lentes oscuros y sin pronunciar palabra alguna, le entregó un cheque por la suma de 128 mil dólares ¡Yo me hubiera muerto de emoción!
Esta alma generosa no quiso identificarse, y aparte de tener mucho dinero para haber donado semejante cantidad de plata, se nota que tiene un corazón demasiado generoso.
La mujer incrédula quien es madre de cuatro hijos, cuenta que sin abrir la boca, el señor se le acercó y le entregó un sobre que contenía la donación que resolvería la mayoría de sus dolencias. Apenas si ella alcanzó a entregarle una tarjeta para agradecer el gesto, y antes que saliera por la misma puerta por donde entró, le dijo lo siguiente:
"Bendiciones para ti" y el hombre sonrió, dio media vuelta y se marchó sin pronunciar palabra ¡me quedo atónita! No me imagino la cara de Stephanie cuando vio que la suma sobrepasaba lo que necesitaba para tratarse ¡y sobraba! Es sin duda un "ángel anónimo" como su propia hija le llamó en internet.
Desde mayo habían intentado colectar el dinero, obteniendo apenas 13 mil dólares de un tratamiento que le da 80 por ciento de probabilidades de sobrevivir, según relató a los medios.
"La enfermedad había comenzado a progresar y yo comencé a mostrar más dolor y más malestares estomacales y más problemas de respiración", dijo la mujer y se me parte el alma de sólo leerla. Alguien con una enfermedad tan terrible no puede disfrutar de la vida como cualquier otro.
Lo mismo habrá pensado el misterioso benefactor quien sin dudarlo, quiso darle un chance a la vida de una desconocida, cubriendo completamente su tratamiento de curación ¡Qué buena gente!
Mi reflexión es que no siempre para ayudar al prójimo se necesita ganar indulgencia y quedar como un santo ante los demás. Este héroe anónimo nos deja una importante lección de vida a todas y cada una de nosotras, dando lo mejor que pudo sin necesidad de decir quién es ¡Realmente no es necesario!
No siempre es con dinero, a veces es con tiempo o con otro tipo de expresiones que podemos poner nuestro granito de arena para que este mundo sea un lugar mejor y más habitable.
La hija de doña Headley lo entendió. Ha prometido ayudar a la humanidad de todas las maneras posibles, para retribuir de alguna manera todo el amor que han recibido. Que pueda disfrutar a su madre sana y salva por mucho tiempo, sería su mayor satisfacción. ¡Haz bien y no mires a quien!
Imagen vía Youcaring.com