Las discusiones en el hogar principalmente ocurren por dinero. Recuerdo que antes de casarme de las primeras cosas que conversé con mi esposo es que no estaba dispuesta a pelear por dinero.
Me tocó ver un par de discusiones en casa cuando pequeña y esos recuerdos nunca fueron gratos, tanto que desde entonces hice una anotación mental para que a mí no me tocara un marido cuenta centavos, ni tampoco uno tacaño y ¡lo conseguí! No todas corren con la misma suerte porque en la mayoría de los divorcios el dinero ha sido la principal razón de la separación y aún divorciados continúa siendo motivo de pelea.
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Te suena familiar el asuntito, pues es un hecho que los puntos financieros deben ser claros y concisos en una pareja y determinar cuál es la personalidad financiera de cada uno de ustedes, parece muy complicado pero no lo es tanto.
Todo comienza en cómo visualizas el dinero, qué valor le das y cómo lo manejas, y así poder determinar el uso que ambos le dan y conocer así sus personalidades financieras. Lo expertos dicen que son 5:
- El ahorrativo: siempre busca las mejores ofertas
- El gastalón: le encanta comprar regalos
- El que se arriesga: no lo piensa y se arriesga por lo que quiere
- El previsor: jamás actúa sin un plan de acción
- El despreocupado: éste no le da un valor real al dinero.
A partir de ahí conocerás cuál es la visión que cómo pareja tienen del dinero y podrán crear una estrategia en común.
Sin embargo, si desde solteros notas que tu novio es tacaño, que le cuesta pagar las cuentas, que siempre busca los restaurantes más baratos y sólo te regala una tarjeta y una sola rosa en tu cumpleaños, de casado ¡será peor!.
Por el contrario si es dadivoso y siempre llega con regalos para todos los miembros de tu familia y se ofrece a pagar las cuentas, seguramente siempre será espléndido, pero igual no habrá chequera que lo aguante.
Creo que ser polos opuestos lejos de separar a una pareja la puede balancear siempre y cuando sigamos los consejos de los expertos financieros que nos piden conversar acerca del dinero, sus uso y su valor. Hablando se entiende la gente.
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