
Esta pobre mujer sufrió las consecuencias de una grave negligencia médica, cuando los doctores de su país, Kazajstán pensaron que tenía un tumor cancerígeno y la sometieron a fuertes radiaciones, las cuales lo único que consiguieron fue desfigurarle el rostro y desgraciarle la vida.
Lessya Kotelevskaya, de 30 años, pasó más de una década en una especie de procesión entre un médico y otro, tratando de encontrarle una solución a su problema. Hasta que su primo Greg Sennik de 43, con el que había perdido contacto, le sugirió chequearse en los Estados Unidos.
Las esperanzas retornaron para la valiente joven, quien tuvo la fortuna de obtener una millonaria operación de manera gratuita, con la meta de recuperar su fisionomía y su integridad como persona ¡Mira lo que harán!
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Lessya pasará por el quirófano para una delicada operación de 24 horas de duración, que consiste en una cirugía reconstructiva ¡valorada en un millón de dólares!
Desconozco si tendrá intenciones de demandar, pero lo que hicieron con ella no tiene nombre. Aplicarle terapia anti cancerígena a una paciente que no padece la terrible enfermedad, es algo que sólo médicos piratas podrían hacer.
ABC News reporta que el milagro de la operación de la muchacha extranjera se dio gracias a un cirujano del hospital de la Universidad de Louisville, Kentucky. Más que devolverle la sonrisa será la ocasión de recuperar su vida.
Lo había perdido todo: marido, trabajo, hogar, y hasta 79 libras de peso corporal que la hacían sentirse débil. No fue nada fácil su situación, y hoy tanto ella como su primo agradecen con el alma la ayuda recibida, para retornarle parte de lo que tanto le dolió perder.
Todo empezó cuando accidentalmente un fan la golpeó en la mandíbula durante un juego de baloncesto en su país natal. La constante hinchazón que sufrió en esa área le hizo pensar a los doctores que se trataba de un cáncer, por lo que las exhaustivas terapias de radiación no se hicieron esperar.
Fue entonces cuando le sobrevino lo peor: la imposibilidad de poder comer y hablar se convirtió en la más fatal pesadilla de su existencia. No tenía necesidad alguna de pasar por este trauma, en el cual le hicieron creer que moriría de un cáncer en estado IV. ¡Qué lamentable!
Menos mal que escuchó los consejos de Sennik, y en el año 2012 viajó a Norteamérica para ser vista por un grupo de profesionales de salud, quienes le dieron una perspectiva mucho más realista de su caso.
Descubrieron la verdad sobre su salud, notificándole que no estaba enferma de nada grave, pero debía corregir todo el daño que le causaron con terapias indecuadas ¡Qué dicha! Sobre todo porque la ayuda llegó y podrá someterse a la costosísima operación sin gastar un centavo.
Dios aprieta pero no ahorca, y ahora cuenta con el apoyo de personal profesional calificado, así como de su pariente, un ciudadano americano a quien no veía desde hacía 25 años, cuando compartieron durante su etapa de niñez en Ukrania.
Lessya es madre de Erik, un niñito de 7 años con quien empezó una vida renovada en está nación que los recibió con los brazos abiertos. No hablaban nada de inglés pero su adaptación ha sido progresiva.
"Ella está nerviosa y entusiasmada con la cirugía y no ve la hora de hacérsela" aseveró su primo.
Aunque su recuperación supondrá riesgos y deberá pasar tres semanas internada en el hospital, es la única opción que tiene ahora de salir adelante. Le enviamos toda la fortaleza y el ánimo posible, en espera de su pronta recuperación.
Imagen vía ABC news.com