Me da gusto saber que no todo son malas noticias y que en nuestra vida diaria a veces ocurren pequeños milagros que nos llenan de esperanzas. Como el caso de esta pequeñita, quien con apenas 2 años se debatía entre la vida y la muerte, y ahora al cumplir 5 luce más radiante que nunca.
Patience Boyd fue alcanzada por una bala durante un tiroteo en el Bronx, Nueva York el 29 de agosto de 2011, relata el Daily News. Era un ajuste de cuentas por drogas y desde aquel fatídico día, la niña vivía muy limitada. No podía hablar ni tenía expresiones faciales, según relata su madre Lisandra García, una mujer hispana de 35 años quien ha tenido que batallar con todas las garras por su chiquita.
La sonrisa de su pequeña, quien acaba de finalizar el curso pre escolar para niños especiales, es su mejor regalo ¡Mira qué preciosura!
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Tremendo calvario el que le tocó a esta mamá latina del Bronx, cuando su hijita tuvo la mala fortuna de ser alcanzada en la cabeza por una bala perdida. ¡Qué desgracia! La policía dijo que se trató de una disputa por 400 dólares de una deuda contraída por drogas y los muy desgraciados no tuvieron mejor idea que disparar en plena calle y dejar a la pobre niñita convaleciente en el piso.
Leer el relato de la mamá es escalofriante: "Ella estaba jugando a mi lado" cuando de repente "un hombre dobló la esquina y comenzó a disparar. Me volteé para tomar en mis brazos a Patience. Ya estaba en el piso. Estaba sangrando", explica la señora García a la publicación.
A partir de ese momento, la situación fue sumamente complicada para esta familia. La niña tuvo que ser internada en tres hospitales distintos, permaneciendo hospitalizada hasta el mes de diciembre del año siguiente al suceso (2012) cuando finalmente pudo regresar a su casa. ¡Qué terrible!
Me parece que los ángeles la ayudaron a salir adelante, cuando el pronóstico no era nada alentador. "Desde que fue herida en la cabeza, me dijeron que podía que no sobreviviera", indica la afligida progenitora.
"Ella no iba a poder caminar, no iba a poder hablar", añadió y me reconforta saber que, tres años más tarde, la bebita puede hacer todo lo anterior con mucha gracia. ¡Dios es grande! Ahora baila, canta, maneja bicicleta y como toda una mujercita, planea su ingreso a un nuevo kindergarten.
No sin antes esperar gozar al máximo del verano, como la propia princesita comenta: "Voy a ir a la piscina y a las playas, y jugar con mi hermanito mientras reímos". Qué bendición escucharla decir todas esas cosas ¡con tanto ánimo! Luego de estar postrada en una silla de ruedas y comer únicamente comida triturada, se trata de un verdadero milagro.
Aunque el caso sigue impune, pues nadie ha sido culpado por el tiroteo en el cual falleció un testigo, la mamá de Patience prefiere dejar los rencores a un lado y concentrarse en la fortuna de tener a su hijita con vida. "Ella está aquí, eso es lo importante", dijo y para celebrarlo, ha dicho que le comprará una bicicleta.
A gozar tiempo de calidad juntas, que es lo que verdaderamente cuenta.
Imagen vía NYDailyNews.com