Si en algo se gasta en mi casa es en comida. Primero porque me la paso cocinando y probando e inventado recetas. Pero sobre todo porque soy muy caprichosa con la comida y ya sabemos que los caprichos y antojos cuestan. La mayoría de esos antojos los satisfago en la mejor tienda de delicatesen de este país, es decir en Costco, donde se consiguen los ingredientes más exóticos y de la mejor calidad, traídos de cualquier lugar del mundo y al mejor precio. La única desventaja es que cuando se tienen familias pequeñas como la mía, comprar en Costo puede resultar costoso por las cantidades. Pero apartando ese detalle, siempre encuentro allí la mejor relación precio valor…
Lee más en ¿Qué más?: No te imaginas todo lo que se puede congelar para ahorrar tiempo y dinero en la cocina
Precisamente para "estirar" mi presupuesto de gastos de alimentación, aplico algunas medidas que hoy comparto contigo porque me dan resultados comprobados:
1. Aceite de oliva. Siempre tengo dos tipos de aceite de oliva en mi cocina: el extra virgen que es más costoso y reservo para comer crudo (en vinagretas, aderezos, ensalada o para ponerle un chorrito a una sopa), y el normal que es el que uso para cocinar, sofreir, etc., que es menos costoso.
2. Proteína de origen animal. Los alimentos más costosos suelen ser los productos animales como por ejemplo las carnes, pescados y quesos. Es sabido que en Estados Unidos solemos comer el doble de la proteína de origen animal que requiere el cuerpo humano, así que una manera de ahorrar es reduciendo el consumo de estos alimentos. La cuenta que hay que sacar es esta: de una libra de carne, se pueden obtener cuatro porciones. Así que una buena práctica es reducir el tamaño de las porciones y comer más vegetales.
3. Productos genéricos. Las cadenas de supermercados suelen comercializar productos con su propia etiqueta que son más económicos que los de marcas renombradas y reconocidas. Una buena manera de ahorrar es comprando esas marcas que además tienen excelente rotación en los anaqueles. Hay tiendas que inclusos comercializan sus propios productos orgánicos.
4. Vegetales y frutas. Siempre se ahorra comprando los productos de la estación. Si compras demás, siempre puedes cocinar y congelar o envasar al vacío. Aquí te digo cómo envasar sofrito de tomates, cómo hacer mermelada de guayaba y mermelada de higos.
5. Mercados libres. Nada como los mercados de los productores. No sólo suelen ser más baratos, sino que además todo es súper fresco y todo lo que se compra en esos tarantines sabe más rico.
6. Proteína vegetal. Otra manera de ahorrar y sustancialmente es aumentando la ingesta de granos o leguminosas que son muy ricas en proteínas y que se pueden preparar en sopas y ensaladas como esta de frijoles negros con aguacate, o esta de frijoles negros con elote, o esta de frijoles rojos, blancos y habichuelas.
Imagen vía Thinkstock
