Trabajar desde el hogar puede ser una de las metas más difíciles de cumplir, y aunque también tiene sus ventajas, para muchas de nosotras se puede convertir en un verdadero dolor de cabeza.
Tenemos que estar enfocadas para lograr que nuestro tiempo rinda al máximo, cumpliendo con todas y cada una de las tareas planteadas, y evitando que las múltiples distracciones a lo largo del día nos agobien y hagan que rendir sea misión imposible.
Te traigo unos tips infalibles para ayudarte a conseguir que esas horas desde el hogar se vuelvan más productivas y amenas que nunca.
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1. Ten tu propia oficina en casa. Independientemente del espacio que tengas, cuando vayas a trabajar lo ideal es que lo hagas siempre desde el mismo sitio. Somos personas de costumbre y un cuarto bien iluminado, sin ruidos o distracciones donde ubiques tu ordenador, papelería y demás objetos asociados con tu oficio, será perfecto para que te puedas desempeñar de la mejor manera posible. Además, mientras estés allí tu cerebro procesará la idea de que estás trabajando, y evitarás ocuparte en otros asuntos de los que podrás hacerte cargo más tarde.
2. Hazte un horario. Recuerda que eres tu propia jefa y que no cuentas con compañeros de trabajo, por lo que tus rutinas dependen sólo de ti. Trata de establecer las horas que cada día le dedicarás al trabajo, para que no te vuelvas esclava de tus quehaceres o al contrario, que dejes tus labores para última hora por estar perdiendo tiempo y dejar todo "para más tarde". Así podrás disponer mejor de tu tiempo y saber que luego habrá espacio para la diversión, la familia y las amistades.
3. Mantente lejos de las ciber tentaciones. Cuando digo esto, me refiero a las redes sociales que tanto nos roban el tiempo en comentarios, noticias y demás motivos para estar navegando en la red sin que sintamos los minutos correr. A no ser que trabajes con algo que implique social media, resérvate tu espacio para socializar en internet para cuando termines tus obligaciones. Igualmente, limita los correos personales para cuando estés libre y así nada te apartará de tu objetivo laboral.
4.Ponte tus propios recesos. Igual que si estuvieras en la oficina, es importante que te des espacios de 15 a 20 minutos para descansar la mente y el cuerpo. Ir por una merienda saludable, hacer una llamada que te desconecte o dar una corta caminata, son algunos de los incentivos para regresar a tus obligaciones más fresca y concentrada.
5.Comienza temprano. Verás que es cierto que a quien madruga el día le rinda más, y si empiezas por lo más pesado, estarás más tranquila a medida que se acerquen las horas de la tarde. Procrastinar no es lo más conveniente y por ello, debes empezar la mañana con un baño, un desayuno liviano y luego ¡a trabajar se ha dicho!
Es cuestión de organizarte para que veas que habrá valido la pena. El tiempo da para todo si sabemos emplearlo, así que ¡manos a la obra! y a sacarle ventaja a poder trabajar en pijama, si te da la gana hacerlo.
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