5 Tips para ahorrar a la hora de comprar un sofá a prueba de maridos, niños y mascotas

Llevo rato pensando si habrá algún otro mueble de la casa que reciba tantos abusos como el sofá y creo que no. En el sofá conversamos, estamos con las mascotas, jugamos, comemos y hasta dormimos. Por eso, a menos que tengas un gran presupuesto para reemplazarlo con frecuencia o no te importa que esté destrozado, presta atención a estas cinco reglas para comprar el próximo sofá o hasta adquirir una cubierta para el actual. Te puede salvar varios cientos de tus tan duramente ganados dolaritos.

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1. Escoge un material resistente. Para mí no hay nada como el cuero. Es preferible comprar un sofá de segunda mano de cuero (si te gusta y está en buenas condiciones, claro) que uno de tela, cuando hay niños, hombres y mascotas en la casa. La excepción es cuando se tienen gatos. Es lo único que el cuero no aguanta, los arañazos. Si no te convence, la gamuza bien tratada funciona.

2. El color y el estampado deben engañar. Los sofás blancos o claros son una belleza, pero a menos que tengas forros o lo compres de cuero, te recomiendo que busques un diseño más generoso con las manchas.

3. Las costuras son importantes. Mientras menos se vean mejor. No lo digo por estética. Es que tienen menos oportunidades de descoserse.

4.-Una construcción fuerte. Aquí es donde se va el dinero, pero vale la pena. Sobre todo si tienes niños que confunden al sofá con un trampolín. Que sea de madera y con resortes.

5. Todo removible. Mientras más piezas se puedan sacar mejor. Me refiero a cojines, fundas y demás. Siempre es bueno saber que se pueden reemplazar las partes que se gastan o se manchan sin remedio.

Imagen vía Thinkstock, Crate and Barrel