Mi abuelita solía decir que cada bebé venía al mundo con su "arepita" bajo el brazo, queriendo significar que donde comen dos, comen tres, y que a los niños nunca les falta nada. Por experiencia se qué es así y también que Dios aprieta pero no ahorca. Sin embargo, también es cierto que desde que un niño nace y tenemos que comprar pañales, hasta que logramos enviarlos a la universidad, todo es dinero. Sigue leyendo para que veas lo que financieramente hablando podemos hacer para lograr el objetivo de sacar a nuestros hijos adelante.
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Desde el mismo momento en que sabes que vas tener un bebé hay mucho que planear y organizar. Mira todo lo que recomienda el experto asesor financiero Ray Martin:
1. Revisa tu seguro de salud. La idea es que sepas qué cubre tu póliza y que no. Así sabrás que gastos relacionados con el nacimiento están amparados y cuánto deberás pagar de tu bolsillo. Por ejemplo, hay pólizas que sólo cubren los gastos de anestesia parcialmente y que rara vez cubren 100% de los gastos cuando se trata de hospitales privados. Una vez que tu bebé nazca, notifícalo a tu compañía de seguro. Pendiente porque algunas pólizas colectivas (de las que te beneficias por ser empleada) no cubren al bebé automáticamente.
2. Permiso post natal y salario. Hay empresas que le permiten a las mamás combinar los días de reposo por enfermedad y las vacaciones, con los beneficios por discapacidad. Otras empresas requieren que la empleada use todos los días de reposo y las vacaciones antes de poder gozar del beneficio por discapacidad. En cualquier caso, lo primero que debes hacer es consultar al departamento de Recursos Humanos de la compañía donde trabajas.
3. Seguro de vida. Una vez que el bebé nazca, lo ideal sería mejorar tu póliza de seguro de vida en caso de que la tengas y si no la tienes, lo recomendable es que adquieras una. La idea es que con el seguro se pueda pagar la hipoteca y los gastos de manutención de tus hijos, incluyendo el costo de enviarlos a la universidad.
4. Haz un testamento. Esto lo escribo y me lo estoy diciendo a mí misma. No sólo tiene que ver con dinero y bienes materiales, sino con el futuro de tus hijos. ¿Quién se hará cargo de ellos en caso de que tú y tu pareja falten? Si tú y tu marido no han hecho un testamento, entonces las leyes del estado donde vives establecerán quién se queda con las propiedades y la custodia de tus hijos. Así que lo mejor es dejar tu voluntad por escrito, firmado y sellado.
5. Ahorra para enviarlo a la universidad. Nunca es demasiado pronto para comenzar a ahorra cuando se trata de la educación de nuestros hijos. Así sean 25 dólares mensuales, al término de 18 años, sumarás una cantidad que te permitirá financiar la educación universitaria de tus hijos. En algunos estados existen fondos de inversión especialmente designados para manejas estos ahorros de manera que rindan lo más posible.
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