Doris Deahardie tuvo una fiesta de cumpleaños número 100 que podría considerarse salvaje para una mujer con la cuarta parte de su edad. Para celebrar su primer siglo, contrató un stripper que compartió todos sus encantos con ella y sus amigas.
La fiesta para celebrar el centenario de Doris tuvo lugar en un pub en Retford, Gran Bretaña.
La cumpleañera eligió al nudista personalmente (no dejó que nadie hiciera esto por ella); y, concretamente, solicitó el "Full Monty ".
Originalmente, Doris iba a celebrar su cumpleaños número 100 con un paseo en helicóptero, pero tenía una petición inusual para el piloto…
"Ella me preguntó", dijo Sharon, la nuera de Doris, "si, cuando estuviera en el aire, el piloto podía desnudarse para ella".
"Nosotros le dijimos que no, que los pilotos no hacen eso. Tendremos que conseguir que un stripper".
Y entonces ella, que a los 100 años sabe muy bien lo que quiere, escogió el stripper que quería ver en cueros.
Doris se concentró tanto en el desempeño del bailarín que terminó con la cara toda untada de la crema batida que el tipo regó mientras bailaba y se exhibía.
Pero no solo ella recibió menjurjes. También el bailarín se llevó lo suyo, ya que Doris había ido preparada con una botella de aceite de bebé para frotar al stripper que había elegido.
"Fue genial, una noche extraordinaria", dijo Sharon. "Tenían que haber visto su cara cuando el muchacho se sentó sobre ella a horcajadas. No creo que ella pensara que el stripper se iba a lanzar con su numerito completo. Pero así fue, él le hizo el show completo".
–Ver una mujer de 100 años disfrutando algo como un stripper meneándose en sus narices es maravilloso –agregó Sharon, quien, por cierto, se vaciló la fiestecita justo al lado de su suegra.
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